ALFIL NEGRO
Estamos ya en el penúltimo mes del año 2022, con el clima de fin de año, porque noviembre se va a pasar rápido y ni se diga el mes de diciembre, cuando ya todo es en el tono de un periodo de tiempo que se termina, con las festividades propias de este mes como son la gran fiesta de la Virgen de Guadalupe, las posadas, las vacaciones de esta temporada, la fiesta de la Navidad, y el remate del fin de año y la llegada de un nuevo año con las cifras 2023.
Estamos saliendo de más de dos años de circunstancias muy especiales por la pandemia, iniciada un 19 de marzo del 2020 y con miles de contagiados y más de 8 mil fallecidos, que provocó cambios fuertes y rudos en la vida social y en todos los órdenes en todo el mundo y desde luego en nuestro estado de Hidalgo.
No fue un tiempo de vida normal.
Todos los órdenes de la vida se alteraron y se provocaron cambios en lo laboral, cultural, educativo, político y hasta religioso.
Fue un tiempo terrible en que el gobierno del estado buscó respuestas en la instalación de hospitales y el concurso invaluable del personal médico que merecen todo el reconocimiento por su entrega y profesionalismo.
Los números son muy claros del desastre que fue la pandemia.
Casi no hubo hogares que no fueran afectados por esta enfermedad del Covid, y hubo y hay luto todavía en muchas casas por la pérdida de algún ser amado.
Afortunadamente,la pandemia ha cedido mucho entre otras cosas por las vacunas que llegaron a defender la salud de millones de hidalguenses.
Habrá que estar muy atentos para ver por dónde siguen las cosas, porque de ninguna manera se puede decir que la pandemia ya pasó. Será cuestión de mantener la guardia en alto para no sufrir las consecuencias.
EN LO POLÍTICO, el año 2022 se recordará como el año en que llegó la alternancia a nuestro estado, con el gobernador JULIO MENCHACA, de un partido distinto al PRI, que después de casi cien años, perdió el poder Ejecutivo a manos de Morena y finalmente del deseo de la gente de ver gentes nuevas en el gobierno.
Este nuevo gobierno está por cumplir dos meses de estar al frente de los destinos del estado, lo que la verdad es muy poco tiempo, pero sin duda con manifestaciones ya muy claras de por dónde quiere llevar a Hidalgo.
Ha merecido todo el apoyo popular la decisión de combatir con todo a la corrupción, empezando por poner en su lugar a quienes desde puestos públicos aprovecharon estas oportunidades para llevarse dinero público a sus cuentas particulares, como en el caso de 13 alcaldes que ahora está casi con un pie en la cárcel por deshonestos, así como funcionarios de más alto nivel.
Esto ha sido bien recibido y se cuenta con todo el apoyo de la gente.
Quizá, sin embargo, algunos de los nuevos funcionarios deberían preocuparse más por sus obligaciones que en andar de cazadores de corruptos, porque para eso hay encargados por ley.
Pero viste mucho denunciar a corruptos, y más de uno de los nuevos se da vuelo, denunciando lo que creen que es corrupción.
Tomar en cuenta la voz popular para el Plan Estatal de Desarrollo es una estrategia buena, aunque no nueva, porque es una idea que se maneja en cada sexenio, pero sin duda medida sana y que involucra a todos para definir el camino del estado.
Es muy poco tiempo todavía. Casi dos meses, que son pocos días, pero que ya nos dicen por dónde van las decisiones.
Estamos saliendo de unos años terribles de miedo y de muerte por la pandemia, esperamos el sol de la seguridad, porque la inseguridad se ha convertido en un reto para esta nueva administración .
Estamos empezando.
Se termina el 2022 y casi arranca el 2023.
¡Qué sea un buen año!
