TARDE O TEMPRANO LA VIDA Y TODO, PASA

TARDE O TEMPRANO LA VIDA Y TODO, PASA

ALFIL NEGRO

Hoy es dos de noviembre “DÍA DE TODOS LOS SANTOS”, y con motivo de la gran celebración en el recuerdo y en el amor de los difuntos, en ceremonias y tradiciones que nos dicen que la muerte sólo es verdadera y real cuando se termina el recuerdo de los fallecidos, y cuando por las causas que sean, ya no hay nadie que eleve una oración por el eterno descanso de la persona a quien se recuerda.

Es al mismo tiempo un recordatorio de que la vida y todo en general tiene un espacio de estar y ser, y un término de ese reloj de permanencia y de existencia, que tarde o temprano se termina, porque todo es finito, tiene una hora de inicio y una hora de final, porque el simple hecho de que todo se pueda medir o pesar, nos dice que se tiene un punto de nacimiento y otro para dejar de ser.

Y siempre es bueno tener en mente que somos temporales, que la vida que tenemos no es para siempre, que por eso en esta larguísima lista de vidas humanas la nuestra tiene una fecha de inicio que es la fecha de nacimiento y otra, tan real como la primera, que es la fecha de la defunción.

No hay de otra ni manera de evitarlo, porque es la realidad.

Lo malo es cuando, por algún cargo que se tiene o por un título que se luce, se piensa que se está por encima de la muerte misma y se hacen planes no en el entendido de que el tiempo es quien manda y fija los caminos, sino como si se fuera eterno.

Esto se da sobre todo en el ejercicio del poder.

Es tan temporal ser gente de poder, que quien actúa pensando que tendrán el bastón de mando por toda la eternidad, es evidente que no están caminando en la verdad y en la realidad.

La experiencia de la realidad motivó que aún en las ceremonias de celebración de poder como los grandes desfiles en la Roma antigua, obligaba a que los generales victoriosos como Cayo Julio César, vestidos con todo su esplendor y cobijados por todo el pueblo y los organismos de poder, tuvieran que mantener el respeto a sus dioses en el entendido de que aún en el triunfo la vida no es para siempre.

La gente que tiene poder, puede marearse y pensar que será para siempre y hará planes para mil años, con lo que ya está diciendo que es temporal porque se puede contar el tiempo, pero no dejaría de ser una aspiración de estar en el poder el mayor tiempo posible.

Pero el poder es pasajero y después sólo el recuerdo bueno o malo, de acuerdo a la conducta en el ejercicio de esa oportunidad de tener el poder.

Cuando la gente de poder deja de tenerlo, es cuando viene el juicio que vale, el de la gente, de los ciudadanos, que en pocas palabras califican la actuación de los que tuvieron la oportunidad de mandar.

No cuesta mucho ver a los que se marean con el poder.

Se les ve en sus actitudes y modo de proceder, en ocasiones mareados por estar subidos en un ladrillo, con la idea de que el mundo y el universo les queda corto para su presencia.

Hoy que es dos de noviembre, DÍA DE DIFUNTOS, no es mala idea aceptar que todo es temporal y que todo como empieza, acaba.

Saberse temporales, de paso, seguramente puede llevar a tener un ejercicio del poder más sensato e inteligente.

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