ALFIL NEGRO
El PRI dejó hace mucho de ser el partido todopoderoso que disponía de la fuerza suficiente en una maquinaria maravillosamente aceitada, para ganar todas las batallas electorales, empezando por la Presidencia de la República que simplemente no había manera de arrebatársela.
Ya se sabía que el candidato priista sería el ganador para ser el jefe del Ejecutivo Federal, de tal manera que la elección era un requisito que se cumplía a las mil maravillas para ganar la elección.
La lucha real para ser Presidente de México se daba principalmente, en todo ese largo proceso para la candidatura, en que desde luego la voluntad del que fuera mandatario en ese momento contaba como el voto decisivo en algo que se llegó a llamar “dedazo”, por todo lo que significaba que el dedo presidencial señalara a quien consideraba el ideal para ese cargo de altísimo responsabilidad.
Eran otros tiempos. Ahora el Presidente de la República no es priista y se encarga junto con su partido de ir demoliendo poco a poco al otrora omnipotente partido tricolor, con estrategias en que los priistas supuestamente más poderosos se tienen que plegar a la voluntad del que manda, porque tienen, eso se dice, muchos pecados que pagar en cuestión de corrupción y cuyos expedientes se manejan como arma política para doblarlos como sucedió con ALEJANDRO MORENO, el actual dirigente del PRI, que no soportó las consecuencias de las acusaciones y exhibidas que le dio LAYDA SANSORES la gobernadora de Campeche en los “martes del Jaguar”, en los que quedó exhibido como corrupto y con deudas con la justicia .
Al final todo mundo conoce la historia, el PRI, por lo menos el del llamado ALITO, se convirtió en aliado de Morena y apoyó la militarización de México en lo que se interpretó como un cambalache, en que Alito no pisaría la cárcel ni serían desaforado pero entregaría el partido a los planes presidenciales
Fue y es de hecho el golpe más fuerte que ha sufrido el partido tricolor, que dejó de ser lo que fue en algún momento y ahora es en los hechos un partidito al servicio del poder moreno.
Por ello llama la atención que en estos días se lleve a cabo una pasarela de priistas distinguidos, que buscan ser candidatos a la Presidencia de la República, en un ejercicio alentado por su dirigencia nacional, en algo que llaman “DIÁLOGOS POR MÉXICO”, en que exponen sus propuestas para el país dentro del llamado de ALEJANDRO MORENO para hacer del PRI, eso dice, una presencia ganadora porque, eso dice, tienen con qué y saben cómo hacerlo para ganar la elección.
Ya han desfilado BEATRIZ PAREDES, ILDEFONSO GUAJARDO, JÓSE ÁNGEL GURRÍA, ALEJANDRO MURAT, CLAUDIA RUIZ MASSIEU entre otros.
Desde luego no parece que vayan a invitar al priista que se ve como el más fuerte para este proceso que se avecina, y que es MIGUEL ÁNGEL OSORIO, porque el hidalguense no está de acuerdo en la manera que maneja el partido el oaxaqueño Moreno.
Los que han desfilado no lo hacen mal, porque son gente de calidad y tienen sin duda virtudes políticas, pero mientras esté ALITO como dirigente, son monedas de cambio de acuerdo a las necesidades o tamaño de los expedientes que el gobierno federal tenga del dirigente tricolor.
Y todo se reduce a un show tricolor, sin reales opciones de pelear el poder en el 2024.
Fue un partido poderoso, pero bien dice la canción “Ayer maravílla fue y ahora ni sombra es”, porque cada quien recoge lo que siembra, y el PRI con Alito sólo recogerá frutos amargos.
Y sin embargo no se puede negar qué hay muchos priistas dignos y de gran trabajo, que de alguna manera mantienen con vida a su partido, pese a la funesta dirigencia nacional que tiene en este momento.
