
El maestro mexicano Rosel González Montoya y su hijo, artesanos por vocación, son los guardianes del arte de tallar madera para dar rostro al “Parachicos”, un personaje declarado patrimonio cultural inmaterial por la Unesco en Chiapas.
En el municipio de Chiapa de Corzo, a unos 15 minutos de la capital chiapaneca, están los artesanos que, con un trozo de madera, realizan máscaras desde este mes con un rostro extranjero que da vida al “Parachicos”, un personaje milenario que le baila a los santos y deidades en enero y febrero.
González Montoya, tallador de máscaras e imágenes sacras en madera y ámbar, tiene una trayectoria de 44 años ininterrumpidos, galardonado en 2018 con el primer lugar de talla en madera del Gran Premio Nacional de Arte Popular del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART).
El tallador contó que su travesía comenzó a los seis años de edad a lado de su hermano José Alberto e impulsado por su madre, quien salía a vender sus bordados.
El artesano afirmó que heredó el don de su madre, por lo que suman tres generaciones comprometidas con el arte de esculpir madera.
Han llegado con su arte hasta el Vaticano, donde entregaron una réplica de la Virgen María tallada en madera al papa Francisco en 2015.