ALFIL NEGRO
Tener el poder para ejercerlo puede provocar el sentimiento de que nunca se va a acabar y que es para siempre, pero la realidad una y otra vez le recuerda a quienes tienen esos encargos, que son temporales, que se acaban, que pasan, que son breves espacios de tiempo y más cuando se dan en un sistema democrático como el nuestro, en que hasta por ley se debe dar un relevo institucional cada determinado tiempo, con lo que se evitan vicios en los gobiernos y actitudes negativas en los depositarios del poder.
Es la sabiduría de quienes con el paso del tiempo fueron encontrando los mejores caminos para que el poder cumpla con su meta principal, que es el servicio a la sociedad con frenos como la temporalidad.
En Hidalgo por las razones que se quieran, el poder lo ejerció durante casi 100 años un solo partido, el PRI, con aciertos que no se pueden borrar y con errores que tampoco se pueden negar.
Sucedió y así parece, que fueron tantos años de tener el bastón de mando, que los priistas llegaron a creer que nadie aparte de ellos podían mandar en el estado, y los partidos de oposición que habían nacido para ser derrotados y para observar como los tricolores eran amos y señores.
Pero sucedió que el 5 de junio de este año 2022 el PRI por primera vez fue derrotado y perdió el poder, para dar paso a la alternancia con JULIO MENCHACA como el primer gobernador de un partido distinto al tricolor que ganó la a gubernatura, en una alternancia que dejó tendido al otrora poderoso partido tricolor.
Nunca antes habían llegado como jefes en las Secretarías y demás dependencias otras gentes que no fueran priistas, y por lo mismo bien vale la pena, cuando ya son más de 20 días del nuevo gobierno, de tener un juicio inicial de cómo se ven ya en funciones y lo que se percibe de, se debe suponer, un nuevo estilo de gobernar, que para eso votó la gente en favor del cambio y la alternancia.
De entrada se nota en todos la intención de hacerse presentes como factores de cambio, de no ser como los que se fueron, aunque muchos de ellos la verdad no lo hicieron mal sino todo lo contrario fueron hasta brillantes.
Los hay que recorren las oficinas para enterarse en vivo de cómo van las cosas en la parcela que tiene de encargo y no está mal. Otros hacen giras por las instalaciones que tienen bajo su responsabilidad y en las mismas toman decisiones, de acuerdo a lo que ven o lo que piensan que se nota, y también existen funcionarios que no se sabe qué hacen.
En general y en un juicio amplio se puede decir que apenas se están acostumbrando a su oficina y a verse en los puestos de mando, con todo lo que esto puede provocar, porque de pronto ser los que parten el queso no siendo priistas ,debe tener su reto de convencimiento y de cambiar las cosas.
Aunque no parece muy afortunado buscar el cambio por el cambio, sólo porque son de otro partido ,o porque la apuesta principal es el cambio.
Es apenas el inicio, sentirse del otro lado del mostrador, cuando por muchos años se estuvo de un solo lado y que no era el de los ganadores, y ahora son la autoridad.
Conforme pasen los días y se vayan convenciendo de que tienen el poder, seguramente encontrarán el rostro que quieren mostrar y hacer valer.
Mientras esto sucede, pasarán cosas hasta raras, pero es el camino de todo nuevo gobierno y más si es un gobierno que sucede al que siempre ganaba.
Lo concreto es que el poder es una oportunidad temporal, que no es para siempre y que visto así puede llevar a decisiones sensatas y afortunadas.
Es lo que todos deseamos.
