ALFIL NEGRO
Hoy se cumplen 8 años de los acontecimientos de la normal de AYOTZINAPA que provocó en el daño más serio, que 43 normalistas fueran desaparecidos con la participación de muchos personajes de la política, de las fuerzas armadas, policías municipales y sicarios contratados para la muerte de los 43.
Explicaciones se han dado muchas, y ninguna ha sido aceptada en su totalidad por los padres de los desaparecidos, que también hay que decirlo, han sido utilizados como botín político en la lucha por el poder y casi siempre con la promesa de que se localizaría a los estudiantes con vida, lo que no ha dejado de ser una burla cruel porque todo indica de acuerdo a los datos que se tienen, que esa misma noche del 26 de septiembre del 2014 fueron asesinados y desaparecidos sus restos, con métodos terribles que hacen temblar al más pintado.
Hay muchas dudas sobre lo que se ha investigado por la parte gubernamental y más sobre el incumplimiento de promesas y más promesas, lo que vino a provocar un aniversario octavo que seguramente será difícil por las protestas de familiares y organismos simpatizantes y comprometidos con ellos, además de una opinión general molesta por la forma en que se maneja el caso de los 43, es el INFORME DE LA PRESIDENCIA DE LA COMISIÓN PARA LA VERDAD Y EL ACCESO A LA JUSTICIA DEL CASO AYOTZINAPA, presentado en agosto de este año.
Y es que buena parte del informe viene tachado, TESTADO, dicen los que conocen sobre la terminología, que finalmente impide enterarse de todo, porque así conviene a la investigación o a otros intereses.
Esta actitud de testar o borrar parte del informe, creó dudas, y la idea de que se pudo orientar la información por el lado que se quiso quitando elementos que seguramente podían dar otras ruta a la información.
La publicación de la columna política LINOTIPIA, en el diario Reforma de la periodista Penilley Ramírez con el título “AYOTZINAPA EL ENCUBRIMIENTO”, en la que se dan a conocer sobre todo las partes borradas del informe, gracias a un documento que señala la comunicadora le fue entregado para que se conociera la verdad, ha creado un clima de polarización sobre lo publicado y la periodista, en que unos la condenan y la acusan de protagonismo absurdo y de entorpecer la investigación y de faltarle el respeto a los 43 y a sus familias; y del otro lado, los que la defienden y señalan que en todo caso quien ocultó información fue la Comisión que no informó todo, y se guardó cosas borrándolas porque así les convenía.
Llama la atención la actitud de los que la condenan con adjetivos y juicios muy agresivos y furibundos, por dar a conocer lo que el organismo oficial no hizo, con juicios no sólo muy severos sino hasta agresivos contra su trabajo de comunicación.
Vale la pena leer su información para tener una idea de cómo se dieron las cosas que desde luego, deben ser confirmadas con investigaciones adecuadas.
Son ya 8 años en que ha pasado de todo, derivado del caso de los 43.
Muchas protestas y muchos intereses que se mueven en su entorno, y muchas redes que buscan pescar en el río revuelto, porque es un hecho que se presta para promesas y compromisos que en su momento fortalecen las posibilidades políticas, aunque luego no se cumplan.
Son 8 años, y contando…
