El trabajo de Rabassa fue una puerta de entrada clave a las novelas del boom latinoamericano de los 60
Gregory Rabassa, traductor estadounidense conocido por su relación con el boom latinoamericano, murió el 13 de junio a los 94 años. De acuerdo con su hija, Kate Rabassa, la muerte fue consecuencia de una breve enfermedad.
Rabassa era hijo de un comerciante azucarero cubano, quien, sin embargo, no contribuyó a que aprendiera español. El traductor estudió lenguas romances en el Dartmouth College y realizó estudios de maestría y doctorado en la Universidad de Columbia. Fue ahí donde perfeccionó su conocimiento del español y el portugués.
Su habilidad con los idiomas lo llevó a colaborar en el ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Rabassa se encargaba de descifrar mensajes encriptados.
Su llegada al mundo literario ocurrió en 1967, año en que apareció su traducción de “Rayuela”, obra maestra del argentino Julio Cortázar. Su versión de “Rayuela” -titulada en inglés “Hopscotch”- le valió el Premio Nacional del Libro ese mismo año. Así, Rabassa introdujo la nueva literatura lationoamericana a los países anglosajones.
El prestigio del traductor creció. Gabriel García Márquez, quien acababa de firmar “Cien años de soledad”, esperó tres años para que Rabassa pudiera traducir su texto. Al final, el colombiano quedó más que satisfecho y consideró que el trabajo de Rabassa era una “recreación”.
El estadounidense también tradujo a escritores de la talla de Clarice Lispector, Mario Vargas Llosa y José Lezama Lima. Con Cortázar fue con quien desarrolló una amistad. Los dos eran grandes aficionados al jazz y solían escuchar la música de Count Basie y Lester Young.
Rabassa se desempeñó como profesor en el Queens College de Nueva York, desde 1968 hasta su retiro en 2008. Su carrera académica fue reconocida y el Queens College lo nombró profesor distinguido.
Las memorias del traductor y sus reflexiones sobre el lenguaje pueden encontrarse en un libro que publicó en el 2005. El portal Amazon lo vende aquí. No hay versión de este libro en español.