ALFIL NEGRO
Como están las cosas, los priistas de Hidalgo y de todo el país, tienen la disyuntiva de elegir entre apoyar a Alito y su decisiones entreguistas a favor de AMLO, o bien tomar la decisión de defender a su partido de las locuras de una dirigencia nacional que con tal de evitar la cárcel, que todo indicaba era el destino después del desafuero del que se supone era el destino del dirigente nacional de los tricolores, pero ya en la práctica resultó un negociante que al parecer vendió a su partido porque así le conviene y beneficia.
Si se suman a la propuesta de Alito para que hasta el 2028 o hasta el 2029 las fuerza armadas estén en las calles de México en opinión de muchos estarán prácticamente acabando con su partido, porque de ese golpe se ve ya muy difícil que pueda recuperarse para ser lo que antes fue.
Dice el tal Alito que todas las dirigencias estatales y organismos que tienen lo apoyan y están con él, lo que parece difícil de creer porque hay estados donde el PRI tiene vida propia y donde la militancia tiene compromiso real con lo que representa el partido tricolor como doctrina y propuesta en bien de México, pese a las burradas de priistas que han usado al partido para beneficio propio y de sus familias, con reparto no solo de dinero sino de puestos de poder simplemente porque en muchos casos son sus hijos o parientes o recomendados y lo pueden hacer, mientras los de a pie, los tricolores que dan la cara por su partido, siguen. Siendo los de trabajo pesado y los que promueven el voto y el día de la elección son los primeros en apoyar a su partido en las urnas.
¿QUÉ HARÁ EL PRI HIDALGO?
En este escenario será muy interesantes ver qué es lo que hace el PRI HIDALGO, con una vieja herencia de partido combativo y luchón, orgulloso de ser lo que es y ha sido, y lastimado por la última elección donde le impuso la dirigencia nacional una candidatura que ni siquiera fue de los priistas de Hidalgo, sino supuestamente del PAN, con un fondo de triunfalismo agresivo que finalmente terminó en la lona y con él triunfo de Morena.
En la elección del 5 de junio no perdieron los priistas de Hidalgo, quien perdió fue la dirigencia nacional empecinada en imponer a una candidata, que el voto ciudadana rechazó cansado de ver cómo se pretendía seguir con el abuso del poder y de dinero.
Le toca ahora a Julio Valera como dirigente del PRI HIDALGO, con todo lo que representa de corriente fuerte, de un priismo que encuentra eco en posicionamientos del ex gobernador Fayad y políticos como OSORIO CHONG, NUVIA MAYORGA y muchos más, que en todos los tonos han dicho que Alito y compañía no son el PRI y que por el contrario con su actitud entreguista hunden al partido en la destrucción.
Se vienen momentos decisivos para los tricolores, o bien se unen en lo mejor que tienen y de ahí para arriba o bien terminan como marionetas al servicio del Presidente y de Morena.
Este día puede darse la aprobación de los diputados federales para que el ejército esté en las calles no hasta 2028 sino hasta 2029 a propuesta del PRI.
Y puede ser una factura que el partido tricolor pague con su extinción como partido fuerte y de señor de los banquetes se conforme con las sobras que le quieran dar.
Veremos qué decide el PRI HIDALGO.
Porque como ha sucedido en otros casos, desde Hidalgo puede surgir la luz que ilumine tanta oscuridad.
