
RETRATOS HABLADOS
Llegar al poder con un bono de confianza tan grande como el que logró Julio Menchaca Salazar en la pasada elección de gobernador, le otorga un margen de maniobra único, en el que por supuesto está obligado a cumplir con la implementación de una administración con un estilo diferente de hacer las cosas, pero sin la obligación de poner en marcha acciones que busquen legitimarlo, que casi siempre son tendientes a saciar la sed de venganza, que al nutrirse, rinde los frutos de la popularidad fácil.
Sin embargo, no es el caso, y por muchas razones se antoja que el gobierno que empieza hoy, con la toma del posesión como Gobernador Constitucional del Estado de Hidalgo de Menchaca Salazar, podría apuntalar una forma y fondo de hacer las cosas que no se dé a la tarea de usar recetas fáciles en que se abona a la polarización, y por el contrario, invite a la conformación de un frente común contra todos y cada uno de los problema que aquejan a la entidad.
Por otro lado, el sexenio que concluyó deja un trabajo real, no sin errores, pero que se preocupó por buscar la alternativa real de crecimiento para un Estado como Hidalgo, que difícilmente caerá en la tentación de apostar todo a un solo proyecto, y mucho menos ante una realidad lamentable, donde priva el interés coyuntural, es decir el interés de las conveniencias.
Esa es la única realidad.
Julio Menchaca sabe sin embargo que para muchos sí representa la oportunidad de dar rienda suelta a rencores añejados en el olvido, el desprecio, pero sobre todo el camino para cobrarse afrentas que según ellos padecieron, pero que en realidad responden a la no aceptación de que sus tiempos ya pasaron. Nos referimos a los grupos tradicionales de poder en la entidad, de los que sólo sobrevive, y con más presencia que nunca, el denominado “Universidad”.
Pese a todo hay muchos elementos que anticipan una administración inteligente, pero sobre todo prudente, para no caer en excesos, pero tampoco en complacencias. El perfil particular del nuevo mandatario, hace ver a una persona que se preocupa por entender cada uno de los aspectos de un problema, saber asesorarse y sobre todo escuchar, para llegar al final del día a una propuesta de solución reflexionada.
Personalmente no creo que el triunfo de una administración deba cimentarse en los despojos de otra, por ser un camino fácil para recibir la aprobación de una multitud sin rostro, que cada cual le coloca un nombre, que en el mejor de los casos se denomina pueblo, y en el peor Fuenteovejuna, cuando se trata de culpar a alguien de un crimen.
El ahora ex primer mandatario de la entidad, Omar Fayad Meneses, arranca prácticamente hoy mismo, una nueva etapa en su carrera política, que se antoja interesante fruto de que tiene un talento natural para no romper el diálogo con nadie, sin que esto implique dar la espalda a su origen político.
Por el bien de todos los hidalguenses, los que sí son seguidores de la 4T y los que no, es de vital importancia que el gobernador Menchaca no cambie ni un ápice su estilo de hacer las cosas, en el que se destaca su vocación real por el el estudio de cada uno de los asuntos que tendrá a millares, para lograr siempre dar una respuesta inteligente, real, alejada de las promesas vanas, y alejado sobre todo de querer buscar una popularidad facilona y sin sentido.
Suerte para el que se va. Suerte para el que llega.
Mil gracias, hasta mañana.
@JavierEPeralta