ALFIL NEGRO
El sexenio del gobernador Omar Fayad vive sus últimos seis días, porque de acuerdo a la ley termina en el último minuto del próximo 4 de septiembre y empezando el día 5, Julio Menchaca es ya el responsable del Poder Ejecutivo, aunque la ceremonia oficial sea hasta las 11:00 de la mañana cuando Julio Valera, en su calidad de Presidente de la Junta de gobierno de la actual legislatura le tome la protesta de ley.
Sólo seis días que pueden significar los seis años de gobierno del sexenio que termina.
Y en líneas generales Omar Fayad puede salir tranquilo de Palacio de Gobierno, porque sus obras y acciones avalan una administración que le deja buenas cuentas a Hidalgo.
Y no se puede ni se debe dejar de ver que fue un gobierno en circunstancias muy difíciles, pues tuvo en contra, en ocasiones de manera hasta agresiva, al Poder Legislativo en manos supuestamente de Morena, pero ya en los hechos del Grupo Universidad, que buscó con todo descarrilar al gobierno de Fayad.
No se pueden olvidar los desplantes de los legisladores del Grupo Universidad, encabezados por el hoy desaparecido Ricardo Baptista que buscaron estorbar con todo a la administración Fayad.
Se debe contemplar que a esta situación se suma un hecho que es importante en el gobierno de cualquier gobernador: que el Presidente de la República no era de su partido sino de Morena, con la presión de muchos priistas de buscar crear un muro de Hidalgo en contra de Obrador.
Finalmente, el gobernador Fayad se inclinó por una política de entendimiento y de solidaridad con el Jefe de la nación, y los resultados avalan a esta decisión como buena, pese al enojo de algunos tricolores que lo que querían era pelea de Hidalgo contra el Presidente.
Se evalúa por parte del gobierno entrante el trabajo y el uso eficiente de los recursos públicos, pero por lo que se ve hay buenas cuentas sobre todo en renglones como Desarrollo Económico, donde se lograron más de 70 mil millones de inversión y que crean un reto para el gobierno que entra y que habla bien de José Luis Romo y de Sergio Vargas; del mismo modo buenos números y alcances en Planeación y Prospectiva con importantes logros en la planeación y evaluación con el concurso de la ciencia y tecnología que fueron herramientas para gobernar y que subrayan el buen trabajo de Lamán Carranza.
Salud es otro aspecto que todo indica cierra bien su responsabilidad con Alejandro Efraín Benítez al frente, y con resultados buenos en el grave problema de la pandemia sobre todo.
De igual manera terminan bien Turismo con Eduardo Javier Baños, Movilidad y Transporte con José Luis Guevara y Finanzas con Jessica Blancas, que recibió el espaldarazo del Presidente en el caso de los 800 millones.
No se puede dejar de mencionar que con toda seguridad hay muchas cosas que se pudieron hacer mejor y que se deben mejorar, pero también que no se empieza de cero, porque hay buen camino andado y que con toda seguridad en las apuestas venideras se seguirá por esa senda y que donde se deba corregir se hará lo conducente.
Lo cierto es que faltan sólo seis días para que termine un sexenio y empiece otro.
Suerte al que termina, suerte al que inicia, pero sobre todo suerte para Hidalgo.
