ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO

Finalmente el valiente corazón del diestro tlaxcalteca dejó de latir en el Hospital Civil de Guadalajara

Estimados Amigos, no por esperada es menos dolorosa la muerte de Rodolfo Rodríguez González; que El Pana estaba muerto desde el primero de mayo allá en Ciudad Lerdo, Durango, ayer jueves 2 de junio de 2016, su corazón se negó a seguir latiendo, y a las 18:45 horas inició el paseíllo hacia el misterio.

Termina así la vida de un torero emblemático de la antigua escuela del toreo, aquella que enseñaba a los aspirantes a figuras los rudimentos del Arte de Cúchares en la práctica, toreando astados cebúes, criollos, media casta y alguna  ocasión de casta aunque toreados, aprendizaje que llevaba a los valientes, y algunos no tanto, de pueblo en pueblo, buscando en las ferias patronales la manera de pegar algunos capotazos y a los más osados brincando cercas para torear vacas en los potreros las noches de luna llena.

Con el deceso de Rodolfo Rodríguez González se cierra la historia de  “El Pana”, un torero diferente, heterodoxo dicen los cultos, que fue fiel a su destino, que debió haberse muerto el día uno de mayo en la arena del ruedo de Ciudad Lerdo. Descanse en Paz Maestro.