La realidad es la profecía

La realidad es la profecía

RETRATOS HABLADOS

Cuenta Ricardo Garibay en uno de sus pequeñísimos relatos reunidos en “De vida y metafísica”: “Bernardo B., amigo de alma Mahler, le dijo: “Me voy a París, aprisa, aprisa, me dijo una cartomanciana que allí me espera un hecho extraordinario, definitivo”. Horas después gentes de Viena lo vieron cruzar corriendo un puente sobre el Sena; quisieron detenerlo, averiguar qué. “No -les dijo-, ahora no, voy a un hecho definitivo”. Llegando a la Concorde le cayó un rayo”.

De humor negro, el de Tulancingo sin embargo nos lleva a reflexionar en torno al destino, con o sin adivina de por medio, con o sin revelaciones; porque buena parte de la existencia humana se fundamenta en la necia creencia de pensar que todo, absolutamente todo, está escrito desde que nacimos.

En estos tiempos posteriores a la competencia política por la gubernatura de Hidalgo, muchos se preguntarán si quien recorría con tanta prisa los municipios del Estado, no sabía, o tal vez sí sabía, que la desmesurada prisa solo la conducía a un despeñadero, que hubiera visto con tan solo escuchar las señales de alguna adivina.

Del lado contrario también, porque con todo y que lo fatídico casi siempre es el cierre para una premonición o un destino marcado, sucede lo contrario, cuando menos a simple vista, en la victoria, aunque para otros pudiera ser que la condena solo se aplaza.

La vida misma es la escena de Bernardo B., quien aprisa-aprisa se va a París, solo para estar en el lugar y hora exacta en que un rayo le cae justo cuando cruza el río Sena,

En lo político también pasa lo mismo, y aún sin conocer las artes de los adivinadores, seguramente muchos anticiparon lo que iba a pasar en los pasados comicios, no producto del don de la profecía, sí por la simple capacidad de observar la realidad, que en bastantes es más clara que cualquier arte adivinatorio.

De tal modo que lo anotado debe servir como experiencia, y quien se niegue a ver la realidad, tendrá que ser fulminado por un rayo, no en puente sobre río Sena, sino en la cruda condena de la vida.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

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