Home Nuestra Palabra Luis Kaim Gebara La violencia, una expresión de la crisis de autoridad

La violencia, una expresión de la crisis de autoridad

0

Terraza

Por el número de linchamientos que ha habido últimamente en México, nos harían pensar de acuerdo con el artículo de Raúl Rodríguez Guillén en que la crisis de autoridad es la causa más profunda de la violencia social y la indignación moral; es el detonante que expresa que los límites sociales se han roto y es necesario poner coto a la corrupción e ineptitud de las autoridades, así como al abuso que cometen en contra de la sociedad.

Ahora bien, las ejecuciones y los linchamientos se pueden analizar como expresión de violencia social localizada, en la que grupos de colonos, miembros de una comunidad o grupos de la delincuencia organizada ejercen la violencia frente a situaciones o condiciones que ponen en riesgo los principios de convivencia pacífica.

La violencia como tal, lo mismo que la violencia que ejercen grupos más o menos organizados, son indiscutiblemente una expresión de la crisis de autoridad o inclusive de la crisis del estado que se vive en  México y cuya tendencia principal está en el crecimiento sin límite de la delincuencia individual y organizada. Sin embargo, son las ejecuciones de civiles, policías, funcionarios públicos, y militares; los enfrentamientos entre bandas organizadas y policías o militares y sin lugar a duda los linchamientos, las expresiones en las que podemos tener un referente más acabado del enorme grado de erosión de las instituciones y de los niveles de corrupción de las personas que tienen como función hacer respetar la ley y el orden social y político. La ausencia o falta de autoridad son la causa de la violencia. Donde la autoridad pierde credibilidad, no existe la ley y donde no hay ley, no hay justicia. La impunidad, la corrupción han minado ésa credibilidad.

Los linchamientos en México se registran porque existe impunidad y una crisis de la autoridad que se expresa en el hartazgo de la gente hacia un Estado incapaz de resolver la seguridad de los ciudadanos. Según el observatorio Nacional Ciudadano cuando hay un linchamiento es porque ya hubo una impunidad, los ciudadanos que toman la justicia por su propia mano desconfían de la justicia por parte del gobierno.

Nicolás Maquiavelo, tomando el artículo de Raúl Rodríguez decía que las faltas que cometen los pueblos provienen de la negligencia o las faltas de los gobernantes, es decir, en última instancia, los gobernantes son los autores de la violencia que priva en la sociedad.

Cuando los gobernantes cumplen con su función y esta, es reconocida por la sociedad, la autoridad permanece, se mantiene alejado del peligro de la violencia. El grado de afectación que sufre la autoridad se puede medir por el nivel del agravio sufrido por una sociedad (ya sea un grupo de colonos o simplemente por los pasajeros se un microbús) o un accidente de tránsito. La ausencia de autoridad es una de las causas de la violencia. Hoy día existen grupos de la sociedad, cada vez más numerosos, que han generado prácticas que no se consideran legales pero que sin embargo no son castigadas. En estas prácticas se incluyen las ejecuciones y los linchamientos, pues la violencia en muchos casos puede servir para dramatizar las reivindicaciones y llamar la atención pública, para decir con estas acciones que el orden está fallando. Cada intento de linchamiento si lo analizamos a fondo estudiamos a fondo encontramos ausencia de autoridad.

En lo que va de este año suman ya 63 casos en diferentes estados de la República. Puebla, Estado de México y la Ciudad de México van a la cabeza de las entidades donde se registra el mayor número de linchamientos, de acuerdo con el registro que tiene la Universidad Autónoma Metropolitana.

Desde la sociedad han surgido expresiones que responden a esto, como son las guardias comunitarias, la vigilancia privada que nos hablan de una crisis de autoridad y que, en el contexto nacional, forman parte de una crisis del Estado.

Si los gobiernos no ven esto como un fenómeno urgente a solucionar, cada día la población toma la justicia con sus propias manos y cada día crece más la violencia.

Es muy importante que las autoridades tomen este asunto pronto, pues cada día el número de linchamientos es mayor. Ahora ya no son individuales, ya son colectivos poniendo en riesgo la seguridad de los pobladores. Basta mencionar como ejemplo lo sucedido en Tláhuac.