ALFIL NEGRO
Nuestra vida es esperar
con fe confianza y amor,
tener fe en mejores días
más llenos de luz y agua.
Con la fe del campesino
que siembra sueños y anhelos,
y cosecha por la tarde
los milagros de la tierra,
oración de tierra buena
de hombre de barro y de luces
que espera Job del barbecho
que crezcan habas y elites,
hombre cruzando el Mar Rojo
y en las aguas sin candados
perecen dudas y penas.
Esperar con fe y confianza
que sane el hijo enfermo,
y que nunca se nos vayan
los recuerdos de los padres,
de los tíos que ya se fueron,
del hermano que perdimos,
y esperar con fe y confianza
en que algún día los veremos
para reanudar la vida,
como antes con las canciones
siempre juntos y felices.
Esperar, siempre esperar,
es lo que anima los caminos,
con los ojos en la puerta,
por donde en hora milagrosa
se que llegará mi madre,
o quizá un día cualquiera
saldré sin ver mi ciruelo
y menos al colibrí.
Esperar es lo que anima,
en espera del milagro
del agua que cambia en vino,
de Lázaro que regresa,
el milagro de los panes,
siempre con fe y más confianza
de que la noche se pasa
y luego viene la luz.
Esperar en los andenes
el regreso de los hijos,
seguros de que una tarde
todos ellos volverán.
Esperar que el Dios eterno
bendiga y cuide a la esposa,
que estén sanos nuestros hijos,
que estén bien nuestros hermanos,
y que estas sombras de muerte
se vayan y nunca vuelvan,
que desaparezca el miedo,
y el temor que por desgracia
se apodera de las calles,
de las plazas y caminos,
y el temor crece en las casas
y se muere el corazón.
Esperar con fe y confianza,
somos Job en nuestra esquina
del tiempo y de la existencia,
seguros que en esta espera
está el camino correcto
para regresar a Dios.
Esperar, siempre esperar.
