“Por ti y por tu familia”, así reza un eslogan de uno de los candidatos en esta elecciones en Hidalgo. Lamentablemente ninguno de los que llegue al Poder Legislativo Local, a alguna Presidencia Municipal e incluso a la gubernatura, una vez ahí, pensarán en “Ti” y menos en “Tu familia”. Como sucede siempre, y por tradición en nuestro país, en época de elecciones todos los candidatos son visibles y, más o menos, accesibles, sí sus colaboradores permiten acercarse a ellos, pues como sucede actualmente con el Senador Omar Fayad Meneses, candidato a la gubernatura del Estado por el PRI, suelen tender un cerco y evitar que alguien que no sean ellos puedan aproximarse al candidato.
En fin, la realidad es que en época de elecciones los candidatos de los partidos quieren “bañarse en pueblo”, estrechar no importa cualquier mano, ensuciarse los zapatos de polvo y lodo, mostrarle a los ciudadanos que son pueblo, que representarán sus intereses y los defenderán si les otorgan su voto en las elecciones. Por esa razón es que ahora conducen sus camionetas, y entre más populares sean sus medios de transporte mejor, sin vidrios tintados o polarizados que impidan que los electores los vean.
Todo lo contrario, se trata de ser vistos, de comer barbacoa con el pueblo, de comer mole, de comer zacahuiles, de comer con tortilla, de ser pueblo y dejar los modales de la mesa a un lado. Este es el momento inverosímil del candidato, el momento de la metamorfosis, de ser campesino y obrero, de ser charro y cantor, de demostrar a los electores que él es igual que ellos, de hacerles entender que si votan por ellos lo harán “por ti y por tu familia”, después de la elecciones, después, no importa…
Lo que suceda después de las elecciones del 5 de junio en el Estado de Hidalgo no importa. Sucederá que los candidatos ganadores de las elecciones desaparecerán, de barrios, pueblos y rancherías, se esfumarán y se volverán invisibles detrás de los vidrios entintados o polarizados de sus camionetas 4X4, detrás de los trajes y de las lesiones que les harán olvidar el olor del sudor y el polvo de las “multitudes”, de los barrios, de la pobreza y la miseria, pues entre los más de un millón 621 personas viviendo en condiciones de pobreza, el 54% del total de la población, también hay electores.
En definitiva, una vez electos los diputados locales, ellos legislarán para sus partidos y en función de sus intereses, pero jamás “Por ti y por tu familia”, de eso no hay duda. Por el contrario, veremos que gracias a tu voto se encumbrarán económicamente, modificarán su lugar de residencia o construirán una mansión si pueden, justificado por las necesidades de su trabajo y relaciones, bajo el argumento de que ha sido gracias al sudor de su frente; cambiarán los destinos de sus vacaciones en México o en Acapulco, por París o San Antonio, Texas, o Nueva York, alguno que otro irá a Cuba bajo el argumento de fortalecer las relaciones históricas entre ese país y México, y seguramente las estrecharán con firmeza.
“Por ti y por tu familia”, sería mejor que antes de votar medites si vale la pena hacerlo o pienses cuál de todos los candidatos, en verdad, actuará pensando en ti y tu familia, irá al Congreso a trabajar “Por ti y por tu familia”. Recuerda que hasta hoy la clase política de nuestro país está muy lejos de actuar y de ser como Pepe Mujica en Uruguay, el presidente TUPAMARO que ha dado ejemplo de humildad al gobernar a su país, viviendo en su barrio, en su misma casa, a lo largo de su mandato y ni siquiera hacer uso de su poder para pavimentar su calle, por donde aún pasea con su perrita Manuela de tres patas.
“Por ti y por tu familia” ¿En verdad, estimado lector, Usted cree que hoy o mañana habrá alguien que gobierne o que legisle “Por ti y por tu familia”?, si fuera así ¿Cuánto habrían cambiado nuestras vidas en los últimos 20 años?, pero quizá coincidamos en que eso no ha pasado, pero ¿qué me dice del diputado local…, del diputado federal…, del presidente municipal…, del senador…, del gobernador… cuando lo ve y ve su familia? No importa que no hable inglés, ni francés, ni ruso, ni mandarín y que apurado haya sacado un título de licenciado en cursos sabatinos en alguna des las universidades privadas que los facilitan por mayoreo.
