Contra la reforma laboral
- Las huelgas, manifestaciones y bloqueos arreciaron ayer tras ser aprobada la ley por un decretazo
En París, la protesta en la que participaron decenas de miles de trabajadores y estudiantes concluyó con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras lanzadas por la policía a un pequeño grupo de supuestos manifestantes violentos. Cubiertos con pañuelos o pasamontañas, y algunos con cascos, lanzaron botellas y otros objetos contra la policía.
La batalla en las calles contra la reforma laboral estalló esta semana en una guerra abierta con múltiples frentes por toda Francia. Desde el transporte hasta las refinerías pasando por los aeropuertos de París, más de una decena de sectores estarán estos días en huelga. Organizadas por siete sindicatos, las dos principales jornadas de protesta serán martes y jueves. El denominador común es el rechazo frontal de los trabajadores a la reforma laboral.
La jornada comenzó con bloqueos de carreteras en Caen, Lorient o Géant y de diversos peajes de autopistas por diversas áreas del país. Los camioneros también cerraron accesos a puntos estratégicos de Burdeos o Marsella, así como accesos a la refinería de Donges o los puertos de Le Havre y Saint Lazare. Estudiantes de liceos se sumaron a los paros y a manifestaciones. En Nantes, buena parte de los autobuses urbanos no circulan. En Bretaña, un tren de alta velocidad fue bloqueado por personas en las vías.
En varias de las manifestaciones, en las que han participado unas 68.000 personas, se registraron incidentes entre manifestantes y policía. Más de 80 personas fueron detenidas en las decenas de manifestaciones. En Nantes, donde protestaban entre 3.500 y 10.000 personas -según la policía o los convocantes- varios individuos lanzaron botellas y otros objetos contra la sede de la prefectura, la policía o los periodistas.