
RETRATOS HABLADOS
No le creo a ninguno de los que ven a un candidato como el Santo Francisco de Asís, y pinta a la candidata como el diablo. Tampoco a los que ven a la candidata como la salvación de Hidalgo, y al candidato como la perdición de todos los hidalguenses.
Y así, por ese camino, acostumbran tundirle con todo a quien ven como enemigo o enemiga de su proyecto, no político sino económico. Es decir, sobre el que buscarán cobrarle a precio de oro sus lisonjas, y las pedradas que le tiraron al “malo” o “mala” de la película que solo ellos ven por asuntos de conveniencia.
Si de verdad la gran preocupación es que el potencial votante acuda el 5 de junio a depositar un voto reflexionado, pero sobre todo informado, resultaría patético unirse a la porra de un lado o de otro, para aplaudirles sus barbaridades y correr a buscar leña verde y quemar a quien va contra quien ya se eligió para coronar nuestros sueños de poder, por supuesto económico.
Lo cierto es que, como nunca, quienes tenemos la oportunidad de escribir en un diario como el que usted tiene en sus manos, tenemos la obligación de compartir con nuestros lectores todas y cada una de las visiones de las campañas políticas, y también la opinión de los que analizan con inteligencia el fenómeno político, con todo y sus muy particulares preferencias a favor de la candidata o el candidato.
Es importante que el escenario tenga cabida para todos los actores de esta, la más importante elección de gobernador en muchísimo tiempo, porque por vez primera se observa, para salud de la democracia, que no hay hasta el momento la certeza al 100% de que hay quien ya tiene la victoria en la bolsa.
No es así, y le repito que esto es bueno, y sin duda la mejor actitud ante esta realidad es fomentar la reflexión, si se quiere incluso el debate, pero inteligente, no fundamentado en ver quién de los seguidores le mientas más veces la madre a su adversario, enemigo o enemiga, o como usted quiera llamarle.
Todavía es tiempo de salvar las campañas, si comprendemos que después de las elecciones los seguidores de uno u otro bando, habrán de regresar a sus casas, porque ningún gobierno tiene tanto presupuesto como para dar trabajo a todos los que participaron en la campaña.
Algunos regresarán con la derrota a cuestas, pero con la seguridad de que participaron en una lid justa y equitativa. También de que no rebasaron la competencia para haber desembocado en una pelea campal sin tregua, de la que solo habrían obtenido enemigos para toda la vida.
Es tiempo de salvar las campañas, de frenar el clima de hostilidad que hoy mismo es una constante de uno y otro lado. Cada cual dirá que fue ofendido u ofendida primero por el “adversario”, y que de este modo no es culpable. A lo mejor no, pero sí responsable de apurar el fuego para una hoguera.
Es tiempo de que las campañas den como resultado votos reflexionados, informados y que fueron depositados no tanto para hacer ganar a un candidato o candidata, sino para hacer ganar a Hidalgo.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta