No, las campañas no deben ser de odio

No, las campañas no deben ser de odio

RETRATOS HABLADOS

¿Alguien en su sano juicio festejaría que los candidatos al gobierno de Hidalgo con más posibilidades de ganar la contienda del mes de junio, hayan incrementado el nivel de ira en los ataques que se hacen cotidianamente? Lo dudo sinceramente, como no sean los seguidores que rayan en el fanatismo, y que están ciertos que participan en un enfrentamiento sin tregua para destruir al otro.

Por muchas razones, pero fundamentalmente porque el clima de violencia que se vive en el país urge a que se privilegie la tolerancia y el razonamiento entre quienes buscan gobernar a una entidad como la nuestra, es de vital importancia que todo discurso gire en torno a la necesidad de abogar por una competencia política civilizada, propositiva, interesada en discutir acerca de los mejores caminos para atender dos aspectos fundamentales: la inseguridad creciente y la creación de empleos.

Dejen esa táctica de agresiones a quien nada tiene qué perder, pero sí mucho qué ganar, como en toda elección.

Dejen esa actitud a quien simplemente participa para ver “qué gana para sus intereses”, pero sin posibilidad alguna de triunfar el día de los comicios.

Es fundamental que el trabajo de campaña se reoriente a impulsar la paz y el entendimiento como vías únicas de trabajo en una entidad como la nuestra, y dar la espalda a una estrategia que solo busca fomentar el odio y dejar en el olvido, en el baúl de los recuerdos, de los malos recuerdos, el consejo que exige lapidar, al contrario, al que ven como enemigo.

Y aquí, al menos aquí, no podemos ver enemigos de ningún tipo, porque el país, porque el Estado no está para estas radicalizaciones. Ya mucho padecemos el fomento a la división del país, la división insistente de los “conservadores” contra, ¿los qué? Quién demonios les otorgó el permiso para apoderarse del papel de “buenos” en una historia mexicana que alguien decidió que tenía que ser partida a la mitad, y de un lado los buenos-buenos, y del otro los malos-malos.

No más campañas cimentadas en el odio, en la mentalidad de que el otro, la otra, son los enemigos, no de ellos, sino de todos.

Todavía es tiempo.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

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