Tula de Allende

• Aseguran que está ocasionando diversas enfermedades a los habitantes de la zona, sin que los gobiernos hagan algo para solucionar el grave problema ambiental

El abogado Venancio Velázquez denunció que en el tiradero de basura a cielo abierto, se están depositando no sólo desechos sólidos urbanos de los cinco municipios de la zona, sino que también lo están haciendo empresas y municipios del Estado de México, “los residuos peligrosos son depositados por la noche, con la complacencia de la autoridad municipal y estatal”.

Advierten sobre la grave contaminación que está generando en el tiradero de basura a cielo abierto donde depositan sus desechos sólidos urbanos y peligros los municipios de Tula, Atitalaquia, Tlaxcoapan, Atitalaquia y Tlahuelilpan, así como empresas y demarcaciones del Estado de México. Además, desmientes a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que se trate de un relleno sanitario regional, cuando se viola la norma 083, esto durante la pasada reunión de Comité de Planeación y Desarrollo Municipal (Copladem).

Jorge Pardo, director de calidad de la Semarnat en representación de la dependencia, el pasado viernes durante la reunión del Coplader, realizada a puerta cerrada, a la que logró entrar el abogado Venancio Velázquez, dijo que en la región opera un relleno sanitario en el que depositan sus desechos los municipios antes mencionados.

Comentó que el espacio está por cumplir su vida útil en escasos seis meses, “sin embargo se trabaja para que este año por instrucciones del Gobernador, se lleve a cabo la construcción de la primera etapa de una estación de transferencia, donde se hace la separación, compactación y transferencia hacia una planta en la cual se generará energía eléctrica a través de los residuos sólidos urbanos”, y recordó que el supuesto relleno es operado por Grupo Comercial Arcángel.

Luego de la intervención del representante de la Semarnat hizo uso de la palabra Venancio Velázquez González, quien señaló que el representante de Semarnat no traía toda la información o no la quiso dar, por lo que hizo un recuento de la operación del espacio ubicado en las inmediaciones de la refinería Miguel Hidalgo.

Señaló que la Semarnat habla de un relleno sanitario cuando en realidad se trata de un tiradero de basura a cielo abierto y que el predio es de dos propietarios entre los cuales se generó un contrato de arrendamiento, con el gobierno anterior de Tula que encabezaba Rodolfo Paredes Carbajal y que se firmó por un año y meses.

Pero que pese a que ya venció el contrato de arrendamiento, el Gobierno Municipal ha venido ostentando la posesión del inmueble, no obstante a que fue notificado por la autoridad competente de que no podía seguir ocupando el predio.

Precisó que son cinco hectáreas donde está asentado el tiradero de basura a cielo abierto, e insistió “De ninguna manera se trata de un relleno sanitario como lo señala la norma 083 y a la que no se le ha dado cumplimiento, lo que significa que se está actuando en detrimento de cada uno de los habitantes de este municipio, porque ahí se genera contaminación proveniente incluso de otros municipios”.

Manifestó que ante todas las irregularidades la Comisión de Derechos Humanos del Estado de  Hidalgo (CDHEH) emitió una recomendación puntualizando a los gobiernos municipales que no podían seguir tirando basura y en consecuencia el espacio debería ser cerrar.

Agregó que no sólo la CDHEH emitió la recomendación, sino que existe una resolución de la Proespa, que también dijo que se debe clausurar el tiradero, y que no sólo eso sino que existe una resolución de una sala especializada de un Tribunal Federal que también ordenó clausurar el tiradero.

Pero que poco les ha importado a las autoridades municipales y ambientales locales y estatales que siguen depositando ahí desechos de toda naturaleza en perjuicio de la salud de  los habitantes.

Finalmente, Velázquez González recalcó que la consecuencia la generación de contaminación que sigue provocando el tiradero a cielo abierto donde se depositaron más de 300 mil toneladas provenientes del terreno que sería la refinería bicentenario está ocasionando diversas enfermedades a los habitantes de la zona, sin que los gobiernos hagan algo para solucionar el grave problema ambiental.