Después de dos años sin realizar la representación de la pasión y muerte de Jesús, derivado de la pandemia por COVID-19, el viacrucis viviente de la colonia Cubitos regresó para festejar 50 años de tradición.
La representación inició media hora después del medio día, en tanto, las calles aledañas a la cancha se vestían de fiesta con puestos de comida y bebidas, y el constante pasar de habitantes y visitantes.
El anuncio de la tercera llamada causó expectativa en los espectadores, que desde temprano se encontraban en las gradas para tener una mejor vista de la primera parte de la representación, con las actuaciones de Poncio Pilato y Herodes.
Alrededor de las 13:00 horas, con la imposición de la corona de espinas y la cruz de casi 100 kilos sobre los hombros de Jesús, comenzó el caminar hacia el cerro de Cubitos, donde se encontraban las tres cruces listas, las cuales en una hora más soportarían el peso de los ladrones Dimas y Gestas, y el hijo de Dios.
Momento inadvertido fue el ahorcamiento de Judas Iscariote, luego que las miradas de los espectadores estaban concentradas en los azotes que propinaron los soldados a Jesús.
En el recorrido de cerca de 3.5 kilómetros, principalmente en condiciones de pendiente, se representaron las 11 estaciones restantes, las más emotivas y aplaudidas por los asistentes fueron su encuentro con su madre María, cuando el Cirineo le ayuda a cargar la cruz, y cuando Verónica limpia el rostro de Jesús quedando plasmado en una manta.
