“Aprender y desaprender para ser promotora y emprendedora”

“Aprender y desaprender para ser promotora y emprendedora”

IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO

Con financiación del Fondo Global para el Medio Ambiente, mujeres de comunidades rurales del Perú formaron parte de la Escuela Energética de Mujeres para instalar, mantener y reparar paneles solares y cocinas mejoradas en áreas del altiplano y la Amazonía peruana con el proyecto eMujer, gestionado por el Ministerio de Energía y Minas de Perú y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En la compartición de historias, el PNUD señala que 273 mujeres hicieron realidad el sueño de iluminar sus vidas y las de sus comunidades al instalar su propia luz con trabajo eléctrico remunerado que beneficia a su familia. El proyecto eMujer hizo comprender a las mujeres que el trabajo eléctrico también es cosa de mujeres, y desaprender la creencia de que los hombres son los únicos que pueden con el trabajo de electricidad.

La misión fue hacerlas promotoras y emprendedoras en energías sostenibles, contribuyendo así a llevar electricidad a miles de hogares desconectados de la red eléctrica. La iniciativa forma parte del Proyecto Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación  para reducir la emisión de Co2 y luchar contra el cambio climático en Perú, transformando sus comunidades con la energía solar.

Este proyecto se implementó en el 2019 con dos módulos de capacitación teórica y práctica para a instalación, mantenimiento y buen uso de sistemas fotovoltaicos y cocinas mejorados en su primera fase, en la segunda con una formación en planes de negocio y creación de microempresas de productos y servicios vinculados a la energía solar. 

En más de dos años de implementación del proyecto, se ha logrado capacitar en sistemas fotovoltaicos a mujeres de comunidades rurales beneficiando a las mujeres quienes son las más afectadas por la falta de acceso eléctrico, pues capacitarlas para instalar, mantener y gestionar paneles solares y cocinas limpias también supone un cambio cultural. 

La iniciativa enmarca los esfuerzos de un gobierno para el empoderamiento de las mujeres rurales, su empleabilidad e inserción laboral en el campo de las tecnologías limpias y alineado con la política energética nacional. 

La formación contempló tres módulos: buenas prácticas para el uso de tecnologías limpias, desarrollo de capacidades en tecnologías limpias y, en una última fase iniciada en diciembre de 2020, se capacitaron para crear y desarrollar sus propias microempresas vinculadas a la energía sostenible.

También el PNUD señaló que, en las zonas rurales las mujeres son las principales gestoras y usuarias de la energía, tanto para labores domésticas como productivas, razón por la cual se ven directamente afectadas por la falta de acceso a energías limpias, tener, saber, usar y dar mantenimiento a tecnologías reduce la posibilidad de enfermedades respiratorias, oculares, y quemaduras. 

Más allá de los beneficios más directos y visibles, abrirse a un nuevo conocimiento ha permitido que las mujeres descubran su gran potencial, pues ya no son simples usuarias de energía, con papel secundario, ahora sus voces son tomadas en cuenta y pueden convertirse en promotoras y comerciantes de tecnologías limpias, impulsando el desarrollo de sus comunidades.

En México existen 669 localidades sin electricidad con sistemas aislados.

Mujer: ¡Sé promotora y emprendedora!

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