Indomable mujer
Al inicio de Sólo una mujer, la cinta alemana de Sherry Hormann que forma parte de la LXXI Muestra Internacional de Cine, nos enteramos del fallecimiento de Agnur (Almila Bagriacik) una chica de origen turco-kurdo de 23 años, quien fue asesinada por su hermano menor Sinan (Mehmet Atesci)”para salvar el honor de la familia”.
De esta forma la realizadora de Flor del desierto evita cualquier suspenso al tratar el caso verdadero de Hatun Aynur Surucu, asesinada en el 2005 y quien lleva la voz cantante en el filme al estilo del Ocaso de una vida de Billy Wilder.
A pesar de haber nacido en Alemania, los Surucu siguen las tradiciones de su patria natal y arreglan el matrimonio de Aynur con un primo lejano en Turquía.
El resultado no podría ser peor; al año Aynur regresa embarazada y molida a golpes. A regañadientes la familia decide aceptarla, pero su bebé provoca muchos inconvenientes y ella decide irse a una institución oficial que recibe a madres solteras. Aprende el oficio de electricista y deja de usar el velo tradicional, lo que es considerado un crimen por la
familia, que incluso la amenaza de muerte.
El fanatismo religioso ya había sido denunciado en cintas como El joven Ahmed de los hermanos Dardenne, mientras que el trágico desenlace recuerda la tragedia de Antígona de Sophie Deraspe.
La neoyorquina Hormann trata el asunto con delicadeza apoyada por un sólido reparto.
Nur eine frau ganó el premio a la mejor dirección en el Festival de Bavaria y el de la Paz y la Justicia, por lo que resulta altamente recomendable.
