RETRATOS HABLADOS
Pocas veces en el espectro electoral había sido tan visible el papel tan patético que algunos partidos políticos deben desempeñar, siempre en búsqueda de mayor ganancia económica, en detrimento del crecimiento en la base ideológica, aunque la verdad es que nunca la tuvieron, y mucho menos les interesa tenerla. Se trata del perfil más denigrante y criticable en esta temporada que terminará con los comicios del mes de junio, y en la que, una vez más, los que han acostumbrado prostituir la tarea política, serán los únicos que obtendrán grandes dividendos sin otra aspiración que engordar sus cuentas bancarias o la cartera.
Ha sido así desde tiempos inmemoriales, en que por el peligro de perder en una contienda cerrada, se alquila a los “partidos morralla”, que se saben incapaces de ganar una elección fuerte, pero sí en cambio con la posibilidad de inclinar la balanza en el momento bueno, para uno u otro lado, todo dependerá de quién ofrezca más en la puja que se realiza puntualmente cada seis años.
Hablamos de una situación que debiera preocupar a todos, y que es necesario se traduzca en una reform política seria, que impida la llegada de cualquier elección de este tipo de institutos políticos advenedizos, convertidos en jugosos negocios familiares, que no representan absolutamente nada, como no sea plataformas inventadas que nunca desembocan en ninguna acción real.
A través de este lamentable ejercicio, se han hecho de diputados locales, federales, senadores de la República, y en ocasiones hasta cargos vitales de representación popular. Saben cuándo mover sus fichas de un lado a otro, y por eso los vemos en un momento con la representación del partido gobernante, después del que es opositor al mismo; tiempo después todo lo contrario, y así de acuerdo al acuerdo económico que logren, para entregar los misérrimos votos con que cuentan, que sin embargo son valiosos en el momento justo.
La política y el poder van de la mano, y por esa simple y sencilla razón, debieran tomarse las medidas necesarias para impedir que verdaderos gesticuladores profesionales, sinvergüenzas de abolengo, mantengan ingresos millonarios cada año, sin representar absolutamente nada.
Ahora incluso se habla que “están de moda”, y ciertamente lo están, porque se conducen igual que las absurdas redes sociales, al generar expectativa por hacer “viral” cualquier estupidez, pero que tiene respuesta inmediata entre los que viven con la certeza de que todo lo que sea nuevo es lo mejor, todo lo que coincide con su pensamiento raquítico pero mayoritario, es lo justo.
Hoy empieza una semana en que los principales candidatos al gobierno de Hidalgo, dos para ser exactos, Viggiano y Menchaca, no debieran caer en la tentación de “contratar” de emergencia a ninguno de los partidos que no sirven absolutamente para nada, aunque sí para el jugoso negocio de la política.
Ya es tiempo de intentar cuando menos, darle un nivel profesional al ejercicio político, ajeno a personajes inventados de la noche a la mañana, representantes de partidos morralla que tienen como única razón de ser la ganancia económica, y que todo siga igual, o peor en una país, una entidad como la nuestra.
Mil gracias, hasta mañana.
@JavierEPeralta