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Invisible

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RELATOS DE VIDA

 

Teniendo de apoyo un diccionario de primaria, Invisible se forma a partir de  la palabra visible y éste a su vez proviene del latín; deriva de invisibilis, invisibile, adjetivo formado por el prefijo in- que señala negación; por visus, visa, visum participio del verbo video, vides, videre, vidi, visum cuyo significado es ver, más el sufijo -bilis que indica posibilidad pasiva.

 

Partiendo de su etimología, la primera definición de esta palabra es que no puede ser percibido por la vista.

 

Para Jorge, esta palabra representaba su modus vivendi, él prefería pasar desapercibido ante las miradas de las personas; su filosofía se basaba en el principio de Don Benito Juárez, el respeto al derecho ajeno es la Paz; de tal manera que no entraba en chismes y diretes, y él no articular palabra le ayudaba a mantenerse siempre aislado.

 

Para no interactuar con ningún ser humano, su vida cotidiana era bastante ajetreada; madrugaba, recorría las principales calles del pueblo y merodeaba por los basureros en busca de latas, papel o vidrio, para después venderlos y ganarse la comida del diaria.

 

Jorge era indigente, las razones pueden ser muchas, abandonó a su familia o por el contrario lo corrieron de su hogar; se canso de la vida que llevaba probablemente de lujos y despilfarros, o simplemente fue el destino el encargado de ponerlo en ese camino.

 

Probablemente su edad oscilaba entre los 40 años, sus prendas estaban sucias, su cabello largo y quebrado, y su andar apresurado, pues le gustaba llegar a su callejón donde lo esperaban unas cajas, periódicos y algunas cobijas, antes del anochecer para armar su hogar y seguir con su misión de pasar desapercibido.

 

Una semana transcurrió cuando Jorge en el ánimo de encontrar más material para vender alargó su ruta y llegó a su improvisada casa cuando ya no había luz, estaba cansado así que comenzó a buscar las partes que conformaban su hogar, no obstante, no encontró nada. Por la tarde, y como jamás en su vida lo habían hecho, personal de limpieza del ayuntamiento recorrió el callejón para levantar basura y dejar libre el espacio, el argumento evitar la delincuencia y vandalismo.

 

Jorge no tuvo más remedio que acomodarse en una esquina al fondo de ese estrecho lugar, se cubrió con su gabardina para hacerse pasar como una mancha, pero lamentablemente su invisibilidad en esta ocasión no surtió efecto.

 

Contrario a los propósitos de los funcionarios, el callejón fue elegido por rufianes para atacar a los  transeúntes, el primero de ellos Jorge, quien agazapado bajo su gabardina pensando que era un caparazón solo aguantó los golpes hasta que su corazón dejó de latir.

 

Pasaron los días y su presencia no fue extrañada, hasta que el olor del cuerpo inerte alertó a la población. Meses después por voz de los habitantes se supo que a partir de la muerte de Jorge, la delincuencia comenzó a disminuir, pues cuando los maleantes intentaban usar el callejón para cometer sus fechorías algo pasaba, un ser invisible golpeaba a los rufianes y liberaba a las víctimas, rumor que causó miedo entre los malvivientes y se convirtió en una leyenda para los pobladores.