Ya lo que haya 

Ya lo que haya 

Conforme el proceso electoral avanza y, a la par, se reduce el tiempo que le queda al gobierno actual, la presión de diferentes grupos sociales, organizaciones campesinas y buitres de la política comienzan a hacerse presentes, ya sea por motivos y gestiones legítimas o por el simple hecho de “ver qué sacan” de lo último, de lo último de este gobierno.

Por ejemplo: las organizaciones campesinas han resurgido para tomar las diferentes oficinas de dependencias estatales, después de que durante seis años les dieron atole con el dedo, aunque hay que reconocer que otras cosas debieron obtener los líderes que estuvieron quietecitos gran parte del tiempo. Una vergüenza para los agremiados a las organizaciones que representan.

Ha sido inútil hacer creer que en la recta final de la actual administración las organizaciones campesinas quedan fortalecidas; por el contrario, o fueron muy ingenuos o fueron muy corruptos, porque eso de que “hacemos una manifestación, pasamos a hablar con gobierno y luego, unos meses después, tomamos las oficinas”, sólo denota torpeza en la gestión, o bien, que hubo maíz que se acabó pronto. Mientras otras organizaciones desde lo lejos y comiendo bien, sólo esperan ver que les  sirvan maíz quebrado a sus homólogos y antes amiguisimos del CAP. 

Por otra parte, la guerra sucia parece, de pronto, una serie de verdades semiescondidas entre mentiras que al repetirse aspiran convertirse de verdades, y mientras esto sucede, los “aconsejadores” de varias oficinas de comunicación social también están buscando la forma de llevarse un buen aguinaldo del humo que vendieron, aunque definitivamente no sirvió la cobija con la que quisieron tapar varias cosillas que al final salieron a la luz.

 Y ni qué decir de las organizaciones que ya no representan ni a sus familiares más cercanos, que ya andan dando puñaladas traperas en busca de engatusar a los precandidatos  a la gubernatura, artimañas en las que los políticos experimentados han comenzado a caer. En fin, esto no es nada nuevo, y quizá la traición ahora sea mutua porque no hay que olvidar que “amor con amor se paga”.

La reconciliación de los hermanos Charrez también se vislumbra como una pantalla de Caín con la que espera obtener el precio más alto por la cabeza del otro. La manifestación de súbditos acarreados de ayer ha dejado varias lecturas, tampoco es nada nuevo para alguien que desde adentro de un penal puede operar algo tan insignificante como eso. Si se puede mantener el control de una Ciudad Universitaria, una manifestación con algunos camioncitos no es nada. 

Y a estas alturas, nada de lo que suceda

en Hidalgo puede dejar de verse con el cristal político, lo mismo hay buitres que están comenzado la rapiña para ver qué pueden obtener de los últimos momentos del sexenio de Omar Fayad Meneses, bajo el lema “ya lo que haya”, como aquellos que esperan que el gobierno termine para traicionar a quienes formaron parte de él, como lo hicieron con gente de Olvera, de Chong y con otros más. 

Related posts