RETRATOS HABLADOS

  • Desechos del sistema

No hay como la oposición para lucirse como candidato revolucionario, esperanza en un futuro mejor, santo salvador de todas las causas, ariete que derrumbará las caducas y corruptas estructuras, divino redentor de los de buen corazón pero afligidos por el destino, mesías que abrirá el mar para que pasen los desesperados a una mejor vida.

            Importa poco si quienes ahora se autonombran única y real opción para el cambio, han servido y se han servido del sistema que hoy afirman que buscarán extinguir. Una vez vestida la casaca de redentor, no hay poder humano que haga entender a los hoy iluminados, que no pueden ser tan desvergonzados como para creer la sarta de mentiras que dicen.

            Porque incluso este síntoma de la identidad perdida, se presenta en políticos que pudiéramos calificar como profesionales, y con todo y que un pragmatismo a ultranza es el que los orienta, en algunos instantes puede que se lo crean.

            El caso del profesor José Guadarrama Márquez, vocal ejecutivo de lo que en un tiempo fue un gobierno dentro de otro, es decir el Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital y la Huasteca Hidalguense, merece la atención, porque con un poder desbordado en la administración del arquitecto Rossell de la Lama, poco o nada hizo por los que se supone habría de ayudar a salir de la extrema pobreza.

            Todavía peor fue su salida de dicho organismo, con un altísimo presupuesto, pero que en el terreno de los hechos terminó convertido en botín de políticos.

            Sin embargo lo que no se hizo cuando en las manos se tuvieron las herramientas, y sobre todo recursos para construir un mejor futuro a miles de hidalguenses, hoy se convierte en un discurso que, al igual que el cuento del pastorcito y el lobo, promete que “ahora sí”, va la buena.

            Eso en políticos profesionales como el profesor Guadarrama.

            Peor todavía en advenedizos como Francisco Xavier Berganza, candidato de Acción Nacional a la gubernatura, quien descubrió un día cualquiera que se vive bien, pero muy bien, en el ejercicio de cargos de elección popular para los que no se tiene preparación académica ni experiencia.

            Frankestein de un ex gobernador priísta, resultó una de esas creaciones que a la primera duda de poder seguir en la nómina política se vuelven contra su creador, y con todo y la ignorancia supina de que hacen gala en todos los terrenos, saben de las mañas más primitivas para convertirse de manera constante en el candidato al cargo más importante en el estado, de un organismo como el PAN, lo que deja en claro la carencia de figuras en el mismo.

            Así las cosas hacen uso de un discurso reiterativo en el que de nuevo se presentan como los únicos que pueden salvar a un estado como el nuestro, de la supuesta catástrofe en que vive, según ellos.

            El ex cantante es pues la encarnación del conocimiento, de la sabiduría, de los caminos que traerán la prosperidad a todos. Él solito y sin ayuda tiene el secreto.

            Es de risa el asunto, pero este discurso incendiario es lo que hoy mismo algunos entienden como política, y no lo es.

            Menos la falta de honestidad para reconocerse como parte del sistema que hoy buscan tirar por los suelos. Menos también que cada día sea más frecuente que verdaderos ignorantes sin un bagaje cultural por lo menos medio, hoy se presenten en papel de salvadores.

            La pregunta es si de plano, ¿no habrá en todo el estado, algún hombre o mujer con trayectoria académica, con una labor social real a favor de los más desposeídos que pudiera encabezar los esfuerzos del PRD o PAN por una entidad más justa?

            ¿Por qué reciclar políticos de desecho?

 

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

 

peraltajav@gmail.com

twitter: @JavierEPeralta

 

CITA:

            Importa poco si quienes ahora se autonombran única y real opción para el cambio, han servido y se han servido del sistema que hoy afirman que buscarán extinguir. Una vez vestida la casaca de redentor, no hay poder humano que haga entender a los hoy iluminados, que no pueden ser tan desvergonzados como para creer la sarta de mentiras que dicen.

 

           

 

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