NÚMEROS CLAROS
Del 10 al 11 de abril se efectuará la Cumbre de las Américas en Panamá, a la cual el presidente de ese país había invitado de antemano a Cuba en 2014, al margen de las relaciones existentes entre este país caribeño y los Estados Unidos. Luego en diciembre pasado, el mundo se sorprendió al saber que los Estados Unidos y Cuba habían acordado formalizar las discusiones para restablecer relaciones diplomáticas y poner fin al bloqueo. Todos esperaban que esa cumbre marcara el inicio de la reconciliación de los Estados Unidos con América Latina y el Caribe, pero todo parece indicar que “el diablo anda suelto, pese al fin de los carnavales, y no será así.
Apenas los Estados Unidos están dando los primeros pasos para terminar con el bloqueo a Cuba y mejorar sus relaciones con América Latina y el Caribe, y ya Venezuela ha sido declarada un problema para la seguridad nacional por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien ha endurecido este lunes su posición frente a Venezuela al declarar que él “determino que la situación en Venezuela, incluida la erosión de garantías de Derechos Humanos por parte del Gobierno de Venezuela, la persecución de oponentes… constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de EEUU, y declaro una emergencia nacional para tratar esa amenaza”, afirmó el presidente, poniendo como justificación la violación de los derechos humanos y la corrupción en ese país.
La declaración de “Emergencia nacional” es un instrumento que le permite al presidente Obama, tomar decisiones adicionales a las aprobados por el Congreso estadounidense e imponer sanciones contra un país, incluyendo funcionarios. De este modo, el presidente Barack Obama ordenó el lunes congelar cuentas y suspender las visas de siete funcionarios del gobierno de Venezuela, a los cuales acusa de estar involucrados en las violaciones de los derechos humanos y en actos de corrupción.
Lo que afecta a Justo José Noguera Pietri, ex comandante General de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); Katherine NayarithHaringhton, Fiscal Nacional de la Oficina del Ministerio Público; Manuel Eduardo Pérez Urdaneta, Director de la Policía Nacional; Manuel Gregorio Bernal Martínez, ex Director General del SEBIN; y Miguel Alcides Vivas Landino, Inspector General de las Fuerzas Armadas Bolivarianas (FANB).
Si en realidad los Estados Unidos quisieran convertirse en garantes de las libertades públicas, de los derechos humanos y de la democracia, uno se pregunta ¿Qué ha pasado en el gobierno estadounidense que habiendo evidencias de corrupción, de infiltración de los diferentes niveles de gobierno por el crimen organizado y la flagrante violación de los derechos humanos, en reiteradas ocasiones, en México, no ha congelado cuentas de funcionarios ni les ha retirado las visas?. Los incidentes de Igual, Guerrero, han puesto en evidencia la realidad que vive México y no creo que los servicios de inteligencia estadounidenses desconozcan esa oscura realidad de sus vecinos.
Creo que el gobierno de Obama no está aplicando el mismo racero para medir el comportamiento de cada país y que dentro del Pentágono, de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), existen fuerzas que no ha podido controlar e intereses lejanos a la democracia, a los derechos humanos y a las libertades públicas. Tal pareciera que Obama es de nuevo arrastrado a seguir profundizando su distanciamiento con Latinoamérica, pese al restablecimiento eminente de relaciones con Cuba.
En el caso de Venezuela, de manera absurda el presidente Obama ha declarado un estado de emergencia nacional al considerar que existe una inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad de Estados Unidos proveniente de Venezuela, procediendo al bloqueo de cuentas bancarias de aquellos funcionarios venezolanos que, a su juicio, han participado en la represiva contra las manifestaciones estudiantiles del año pasado; prohibiendo a todas aquellas personas o compañías estadounidenses mantener relaciones financieras y realizar negocios con esos funcionarios; señalando al presidente Nicolás Maduro como el responsables de la violación de los derechos humanos y exigiendo la liberación de todos los presos políticos, incluyendo al opositor Leopoldo López y los alcaldes Daniel Ceballos y Antonio Ledezma.
Así pues, el presidente Obama ha decidido, como otros gobiernos estadounidenses, indicarle a algunos países que no son del agrado de la Casa Blanca, que es correcto que hagan y que no, a instruirlos sobre lo que deben hacer en materia de política interior; lo cual es lamentable, pues en Venezuela no ha desaparecido ni ha sido secuestrado hasta hoy algún ciudadano estadounidense, lo que si ha pasado en México sin que el gobierno de Obama hubiera reaccionado con tan vehemencia.
Lo dicho este lunes por Obama para justificar las sanciones contra Venezuela son contradictorias, pues asume una posición en contra del gobierno de Nicolás Maduro y cita los informes recientes de Amnistía Internacional sobre la violación de los derechos humanos y la corrupción, temas en los cuales México está clasificado en los últimos lugares de los rankings internacionales, sin que hasta hoy los Estados Unidos hayan movido un dedo para señalar a México.
De este modo, lejos de que la Cumbre de las Américas de Panamá represente un reencuentro entre los Estados Unidos y Latinoamérica, seguramente será otro desencuentro, donde más de un Jefe de Estado o de Gobierno faltará a la reunión o enviará a su Canciller, donde más de uno fijará su posición antiimperialista frente a los Estados Unidos y en defensa de la soberanía de Venezuela; pues nada más ridículo ha resultado calificar a Venezuela como una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos, cuando miles de familias pobres estadounidenses se benefician de donativos en combustible para calefacción, como parte de un programa iniciado por el presidente Hugo Chávez en 2005.
