
Cruz Azul viajó 3 mil 700 kilómetros para llegar a Ontario, Canadá, para jugar contra el Forge F.C. y así disputar el juego de ida por los Octavos de Final de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Viajó al frío, a una sensación térmica de menos 18 grados, y eso asustó al equipo cementero, que espera que las condiciones climatológicas no afecten a la hora del juego, ante un club que lleva casi tres meses sin encarar un juego oficial.
“Hay que jugar contra un equipo que no lo hace mal, que se hacen fuertes de local, con la coyuntura del frío, algo increíble, menos 18 grados, y salimos con susto, pero cuando pisamos la cancha (sintética), vimos que las condiciones pueden mejorar… Ojalá todo mejore, la proyección del clima dice que hoy quizá llueva, pero a todo eso hay que enfrentarse”, dijo Juan Reynoso.