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RETRATOS HABLADOS

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* Desmemoria histórica

 

Difícilmente un mexicano en sus cabales apostaría porque Acción Nacional regresara a la Presidencia de la República. Vicente Fox fue la primera muestra de lo que un cambio que no fue cambio, puede provocar. Con Felipe Calderón el asunto fue diferente, porque ya no se trató de un loco inofensivo, sino altamente peligroso.

            Nadie puede olvidar que en su gestión presidencial se arrancó una guerra absurda contra el narcotráfico, que a la fecha no tiene fin, y sumió en una violencia brutal al país. Asumen los panistas sin embargo que no hay memoria entre los mexicanos, y por eso la esposa del ex Jefe de la Nación, Margarita Zavala, acude a Pachuca muy quitada de la pena para apoyar a sus candidatos y candidatas a cargos de elección popular.

            Sin embargo la realidad parece darle la razón a recalcitrantes blanquiazules, en el sentido de que somos un pueblo desmemoriado.

            La ex primera dama del país presume la gestión de su marido como si esto pudiera ser posible. En cualquier otra parte del mundo estaría en la cárcel por crímenes contra la humanidad, que no se contaron por docenas, sino por miles. Igual que con ex presidentes de extracción priísta, que fincaron su fortuna en el saqueo.

            Pero sucede que justamente la militancia de Acción Nacional da por sentado que los dos sexenios panistas en la Presidencia de la República, son una muestra fehaciente de lo bien que saben hacer las cosas. Y no es cierto.

            A Fox lo salvó una economía blindada que le fue heredada, y un precio por las nubes en el barril del petróleo. Su torpeza fue mayúscula, pero al final de cuentas se cobijó en ser un personaje metido a la fuerza en la historia, por haber sido el primero en derrotar al tricolor.

            Calderón es un asunto que tarde o temprano deberá ser juzgado por las consecuencias que provocó en todo el territorio nacional.

            Sabedor de haber llegado a la primera magistratura mediante un fraude monumental, juzgó sencillo buscar la legitimación a través de una medida espectacular, y nada mejor que liquidar en un santiamén al crimen organizado con el Ejército Mexicano en tareas de la policía.

            Se lo dijeron una y mil veces: exponer una institución a la corrupción, a todo lo que conlleva hacer tareas que no le corresponden, tarde o temprano dejaría una estela de sangre en México. Pero no hizo caso, le urgía aparentar que era un presidente de a deveras.

            El territorio mexicano empezó a chorrear sangre. Se lo habían dicho, “si arranca esta aventura ya no habrá vuelta atrás”.

            Pero no hizo caso.

            Y ahora su mujer tiene la malsana idea de que puede ser Presidenta de México. ¿Cómo, por qué, qué demonios hizo para detener al demente que tenía en casa?

            Por eso es difícil confiar en los panistas.

            Porque son cínicos y están ciertos que no hay memoria, que hasta un personaje siniestro como Calderón pueden venderlo ahora como estadista de altos vuelos.

            Y la verdad sea dicha, cada día es más preocupante el nivel que adquiere el ejercicio político, cada día angustia más que, agotada esta posibilidad, no haya caminos pacíficos para un cambio real.

            Eso preocupa en todo el sentido de la palabra.

 

Mil gracias, hasta mañana.

 

peraltajav@gmail.com

twitter: @JavierEPeralta

 

CITA:

            La ex primera dama del país presume la gestión de su marido como si esto pudiera ser posible. En cualquier otra parte del mundo estaría en la cárcel por crímenes contra la humanidad, que no se contaron por docenas, sino por miles. Igual que con ex presidentes de extracción priísta, que fincaron su fortuna en el saqueo.