EL FARO

EL FARO

Predial

Este tiempo Covid nos ha obligado a acercarnos de distintas maneras contando con la imposibilidad de estar juntos unos y otros. La familia, los amigos y conocidos han sido personas queridas a la distancia y extrañadas entrañablemente. 

Una manera de hacer presencia ha sido utilizando los medios electrónicos de comunicación. Videoconferencias por whatsapp, o por zoom o por el medio que haya sido, han sido una especie de sucedáneo para la necesidad que tenemos de vernos y tocarnos entre los que queremos. 

Las empresas se han tenido que adaptar al teletrabajo en diferentes modalidades conforme las oleadas pandémicas venían más fuertes o más débiles. Los negocios de servicios se han tenido que adaptar para subsistir de nueva forma y no sucumbir ante las condiciones cambiantes. Los centros educativos han tenido que invertir en nuevas tecnologías para poder ofrecer a sus alumnos un servicio acorde con la imposibilidad de acudir a clases presenciales. Todos, en definitiva, hemos tenido que acompasar nuestra manera de vivir a lo que estaba aconteciendo con el Covid.

En este contexto nacional e internacional, hay que ubicar algunas instancias gubernamentales que no han hecho gran esfuerzo por aceptar las nuevas condiciones. No han sido capaces del más mínimo esfuerzo por aprovechar las ventajas tecnológicas con tal de promover la seguridad de sus ciudadanos.

En estas fechas de comienzo de año, todos los ciudadanos responsables tenemos que preocuparnos por pagar tenencia vehicular y predial habitacional. Es de gran alivio, al menos para quienes preferimos hacerlo vía internet, saber que esos trámites pueden realizarse sin tener que formarse y pagar en efectivo en las instancias administradoras que los cobra.

Sin embargo, hay gobiernos municipales, Zempoala por ejemplo, que no han hecho el más mínimo esfuerzo en ese sentido. A principios del año pasado, nos golpeó quizá la ola más potente del Covid. Los hospitales y servicios de salud estaban más que saturados, no se podía encontrar oxígeno casi por ningún lado, la suma de contagios llegaba como poco a las puertas de la propia casa o incluso a los ámbitos más íntimos. Tal era el grado de preocupación, que prácticamente todos conocíamos personas contagiadas y en estado más o menos grave.

En este contexto no hubo manera de poder pagar por internet el predial. El ayuntamiento de Zempoala no fue capaz de hacer pública una línea de pago para que se pudiera hacer a través del banco o de transferencia o de cualquier otro medio electrónico. Había que ir a los lugares designados, hacer fila para que identificaran la cuantía de tu pago y pasar a caja a realizarlo. En el presente año el ayuntamiento ha diversificado los lugares físicos para realizar el pago, pero siguen sin ofrecer un medio electrónico.

¿Si en caso sencillos en contextos extraordinarios y graves no son capaces de reaccionar convenientemente, podremos esperar su reacción en contextos ordinarios y sencillos como la recogida de basura, reparchado de las calles, seguridad ciudadana o cualquier otro?

En este año toca, pues, ir a pagar con otro virus corriendo por el aire, haciendo filas con nuestros papeles y saber cuánto tenemos que pagar, cubrir la multa por no atrevernos a salir de nuestra casa a principios del año pasado y seguir teniendo paciencia porque no son capaces de adaptarse a las nuevas tecnologías que nos faciliten un poco más los trámites.

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