¿Y LAS FUERZAS BÁSICAS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS?
En el mundo del futbol es muy conocida la apuesta que se hace por jugadores jóvenes de las fuerzas básicas, para suplir en su oportunidad a los jugadores que por edad o por lesiones, ya no pueden rendir lo que se espera de ellos, en algo que es natural que suceda, porque el tiempo, la edad, no perdonan y dictan la hora en que los que eran ya no son, y deben dejar su lugar a los jóvenes que entran en su lugar.
No tiene nada de raro, es lógico y sólo una actitud necia pretendería que jugadores ya sin facultades siguieran ocupando puestos donde ya dan pena, porque ya no es su tiempo ni su espacio.
Desde luego que para que el relevo se dé con inteligencia y buenos resultados, hacen falta buenos dirigentes de los equipos y buenos entrenadores para actuar a tiempo en el relevo generacional de los deportistas.
Porque mantener jugadores que por la edad y el paso del tiempo ya no deben estar en la cancha, da entrada a juegos en que no se privilegia el bien jugar y la frescura de presencias en su momento y oportunidad, y es cuando aparecen los jugadores a los que se les dice de mucha “experiencia”, que ya en la realidad no son otra cosa que la presencia de jugadores tramposos, mañosos, desleales, y peligrosos, porque ante la pérdida de facultades recurren a todo con tal de hacerse presentes.
Para cambiar las cosas hace falta darle oportunidad a los jóvenes, y para ello los equipos deben tener sus fuerzas básicas, donde se preparen los relevos con calidad y capacidad. Pero si estos jóvenes que se preparan no reciben la oportunidad de jugar, porque los viejos no los dejan pasar,el panorama sigue igual.
HAGA USTED DE CUENTA LA POLÍTICA. Ahora que estamos en pleno proceso para elegir nuevo gobernador los partidos son como los equipos de futbol.
Pueden buscar el poder con jugadores nuevos, que no significa otra cosa que darle la oportunidad a jóvenes que tienen vocación política y refrescar el ambiente político, o también insistir en jugadores viejos, igual a insistir en los mismos nombres y apellidos y cerrarles la puerta a nuevas apuestas.
Quizá se piensa que los de edad son sabios y con posibilidades de sumarse fuerte a las campañas.
Lo que se provoca es que el respetable desde la tribuna del estadio electoral de su opinión sin regreso con sus votos.
Usted juzgue qué partido apuesta por jugadores mañosos por el tiempo en que se han beneficiado del poder, e intentan regresar por el paraíso perdido, y quien apuesta por un relevo real del poder.
Ahora que en el juego de la política cada protagonista lo juega de acuerdo a su librito, pero si bien los apellidos y nombres pesan, también es un hecho que a veces son muros que impiden que aparezcan los relevos que por méritos se lo merecen ,y no apuestas en que se pretende alargar o perpetuar las dinastías.
Otro es el caso de no tener fuerzas básicas, porque no se tiene trabajo real con los miembros del partido y entonces se compran jugadores de otros partidos para tener alguna oportunidad o no desaparecer, como MC con Francisco Xavier que se declaró sin partido pero eso sí la candidatura no la dejó ir.
Hubo un tiempo en que los jugadores eran de una sola camiseta… ahora se ponen la que deje más ganancia. Como en la política.