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UN INFIERNO BONITO

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UN PERRO LO MORDIO

 

El señor Justino Díaz Bonilla, que vive en la colonia Santa Julia, dijo, al Ministerio Publico, para que anotara en su carpeta de investigación, que su carnal,  Ruperto, de los mismos apellidos, de 45 años de edad, se vino de Veracruz, a Pachuca, a vivir con el, porque en su Estado natal, andan secuestrando, los mismos policías, y no vaya ser el diablo a el, se lo lleven.

Dejo a su vieja, allá en su tierra, mientras se calman las cosas, pero no le salieron como el quería, tuvo muy mala pata, porque en Veracruz, lo podía morder la jaiba, pero aquí, un perro, lo mordió y lo mando al otro mundo. Justino, muy triste, con lagrimas en los ojos, y haciendo pucheros, siguió contando, al señor autoridad del Ministerio Publico.

Que su carnal, padecía de diabetes, el pobrecito estaba muy flaco, que parecía calaca, y mas amarillo que un  chale. Lo llevo al Hospital General  y le dijo el medico, que le andaba fallando un pulmón, porque al caminar le faltaba el aire, y lo hacia con los brazos abajo, como si le pesaran las nalgas, por momentos, se le quería parar la molleja, porque se le hacían los ojos como borrego a medio morir.

No sabe de su familia, el, necesitaba atención medica, especial, y por eso le ofreció su casa, el también vive solo, su vieja se fue con el “Sancho”  lo bueno es que se llevo a sus hijos, como la cosa esta de la patada, en Pachuca, hay mucho ratón, y la policía no hace nada por agarrarlos, tiene dos perros, que cuidan su casa.

Uno en la azotea, que es un Bull Terry,  muy bravo, y otro cruzado con un perro callejero, los dos perros, se llevaban muy bien con su hermano, y muchas veces jugaban, les enseñaba hacer trucos, le obedecían cuando los llamaba por su nombre, el perro se llamaba “El Canelo” se parece al boxeador, porque tiene pecas hasta en las nalgas, ladra, pero no muerde.

Justino le explico al agente social, que lo escuchaba con mucha atención, que el fin de semana se fue a trabajar, y se quedó Ruperto, con un  vecino, de nombre Fernando, de 29 años, para que echaran plática, y no acordara de lo que esta pasando en Veracruz. Cuando estaban platicando, de momento el perro, ladró, cuando tocaron la puerta, era un vendedor.

Ruperto, agarró al “Canelo” para que no lo fuera a morder, porque a los desconocidos, les daba en la madre, de pronto, al perro se le metió lo loco, y atacó a Ruperto, porque lo detuvo, le mordió una pata, gruñía, buscándole el pescuezo, para matarlo. Fernando, se metió a la casa, y escuchó los gritos, desesperados de terror que lanzaba su hermano Ruperto, a todo  pulmón.

“¡Quítamelo!” “¡Quítamelo!” Ruperto, se cubrió la cara, con las manos y el perro, lo mordió y no lo saltaba. Fernando, el vecino temblando de miedo, agarró una cubeta con agua, y se la aventó, pero el Can, siguió en lo suyo.  Rápido, salió corriendo a una farmacia veterinaria, que se encuentra cerca, le dijo al joven, que la atiende, lo que pasaba, y fueron corrieron.

El veterinario, se jugo el pellejo, agarrando al perro, para que lo soltara. Como no lo soltó, le pegó con un palo de esos amansa locos, pero tampoco, Fernando le llevó un martillo, y le dio 3 en la cholla, el perro, valió madre, cayo muerto. Llamaron al 066, cuando llegaron los uniformados, Ruperto, estaba entregando el equipo, los socorristas de la Cruz Roja, le dieron los primeros auxilios, pero como no reaccionaba se lo llevaron al Hospital, dijo el médico, que Ruperto, ya estaba muerto, de un paro cardiaco, por el terror, el miedo de que lo ataco “El Canelo”

Dijo Justino Díaz, que mejor su hermano, se hubiera quedado en Veracruz, y a morir como héroe, y no por el susto, y las mordidas de un perro, además allá le hubieran pagado el entierro, porque aquí va a estar perrón, es muy caro y no tiene dinero, gana el sueldo mínimo.

 

IBA EN SU MOTO A TODA VELOCIDAD.

De momento le agarro la mano el chango, se descontrolo y “madres” que choca con un automóvil” Cada que vemos o sabemos de algún accidente como este, le echamos la culpa a los policías de transito, porque los dejan que corran como si fuera pista, ya el presidente municipal esta por ponerles una motopista, para que no haya Pez.

Otros motociclistas traen a su greñuda, atrás sin casco con la velocidad le vuela la greña, hay otros que una familia viaja en moto sin casco.

Pero esta vez, estuvo de la patada el madrazo, fue de terror, cuando vieron que el motociclista, salió volando al chocar con un automóvil deportivo, se lo llevaron a la clínica del ISSSTE por las graves lesiones que sufrió, al que no iban a poder hacer nada por el, es a su caballo de acero, que el choque fue de momento que no le dio tiempo de relinchar.

Artemio Hernández, se sentía un tipo de cuidado corría a gran velocidad en la zona urbana, por falta de precaución al cruzar las calles, fueron las causas del accidente, que ocurrió en el Boulevard Nuevo Hidalgo, estronque con la avenida Nuevo Pachuca, rumbo al fraccionamiento Juan C. Doria serian como las 2 de la tarde. Los uniformados entraron en acción e informaron que agarraron al automóvil, Peugeot color negro placas de circulación MMS-2694 que conducía otro piloto de la formula uno Leonardo Martín Álvarez.

La motocicleta era Carabela color azul rey metálico, combinado con negro sin placa tripulada por Artemio Hernández Hernández, de 27 años de edad, se dijo que el motociclista no llevaba ninguna protección y fue a parar en el asfalto.

De los presente no falto uno que echara mano a su bolsa y sacara el celular para llamar a los cuicos, que de inmediato acudieron junto con la Cruz Roja, que le brindaron atención  medica y una vez que lo estabilizaron se lo llevaron  a la clínica del ISSSTE con el riesgo de que allá lo acabaran de madrear.

Donde sucedió el madrazo como siempre,  los choferes curioso, que en lugar de ayudar, estorban sucedieron dos choques leves por alcance, lo que se llevaron una buena zurrada de parte de los uniformados, que por un  pelito los agarran a patadas Se dijo que el motociclista, quedo hospitalizado bajo custodia, en tanto que el chofer del automóvil fue llevado a las mazmorras y su coche al corralón,  

 

LO DEJARON A PATA SE ROBARON SU COCHE.

Blas Soberanes Islas, no lo podía creer, miraba para todos lados buscando con la mirada su “Bocho” color azul, modelo 99, con placas HKC-9739. Qué dejó estacionado, y le puso el bastón, en la calle de Tamazula, a la altura del número 213, en la colonia del ISSTE, y se lo volaron.

A paso lento con la cabeza baja, pensando miles de cosas, llegó al Ministerio Público, les dijo que ayer fue, a dar una conferencia al Instituto Americano, duro  una hora, pero hizo la mosca, chillar, y se tardo un poquito mas, mientras lo felicitaban, y le echaban flores, por lo bien que hablo, salio dos horas después, con una sonrisa, como las papas Sabritas, pero cuando llegó a donde dejó su “Bocho” se le borró.

Sintió un escalofrió, que le paso de la cabeza a las patas, se le pararon los pelos y haciendo pucheros, le preguntó a un señor, que si no había visto quien se llevó un coche azul, el señor le contestó, que fue un joven, con una cachucha, que se fue rumbo al pueblo del venado.

Blas, sin darle las gracias, corrió como loco, llegó con la lengua de fuera al Venado, y les preguntó a unos señores, que estaban echando cerveza, que si no habían visto un Volskwaguen azul, le dijeron que hacia como 5 minutos pasó, se fue como a la colonia Forjadores. Salió como tapón de sidra, y por más que preguntó nadie le dio razón, tomo una combi de las que van al centro, y fue a poner su queja al Ministerio Público, de Seguridad Pública, porque la Policía Municipal, está hasta casa  los diablos. Les dijo que su unidad, tiene un valor de de 15 mil pesos, que es fácil encontrarla porque en las subidas se para.

 

LE VOLARON SU MALETA.

Aníbal Zúñiga Roldan, acudió en calidad de cliente, a un establecimiento de telefonía celular, en la avenida Juárez 200, a tenido tratos laborales con el dueño, le lleva celulares desmadrados, para que los repare, el vive en Zempoala.

Cuando estaban haciendo el trato, entro un Joven, le preguntó por una base de antena para su teléfono, pero no la tenía. Aníbal le dijo que el, traía una en su camioneta. Dejó su maleta en el mostrador, y fueron por la antena, le dijo al dueño que hay le encargaba su maleta.

Cuando regresó, el dueño del negocio, le dijo que desapareció su maleta, como entran en su changarro mucha gente, cualquiera se la pudo haber carranceado. Con ganas de chillar Aníbal, le dijo que  se la había encargado, que no fuera gacho que se la entregara. El dueño del negocio, le dijo que llegaron dos personas, hacerle un reclamo, porque no les funcionó un teléfono, le mentaron la madre, y lo golpearon, que le dieron en un ojo, y no vio si ellos se llevaron su maleta.

Aníbal, en su maleta tenia 15 mil pesos, en tarjetas, un celular, una cámara, y 3 mil pesos en efectivo, les dijo que el dueño, del negocio se puso muy nervioso, y no tenia huellas de que le hayan dado un golpe, que el esta seguro de que le robo su maleta, pide al Ministerio Público una investigación y que le devuelvan su maleta, que el dueño del negocio se la tranzó.

 

EL FUTBOLISTA FENOMENO.

Manuel Ríos Pérez, de 35 años de edad, taxista de corazón, honrado y buen marido, deportista de hueso colorado. El día de ayer le tocó descanso,  como todo el día anda sentado, manejando su taxi, la raya de la cola se le esta borrando,  y  para que no se le hagan las nalgas cuadradas, se fue a la cancha de fútbol  rápido en la colonia 11 de julio a echarse una cascarita.

Corría muy contento, burlando a sus compañeros, demostrando que sabe jugar   le estaba echando muchas ganas. De pronto se quedó parado, quieto, parece que había visto al diablo, se le acercaron dos hermanos Adrián, y Pablo Hernández Aguilar, los muy, muy, de la colonia. Uno llevaba en la mano un marro, y el otro un cuchillo,  caminaron hacia el, como queriendo pelear, le aventó un marrazo, que si no se agacha le pasa lo que al perico. Pablo le aventó una cuchillada, que tuvo que hacerse para atrás, por un pelito le hacen otro ombligo.

Le alcanzaron a darle un rozón en la cabeza con el marro, y corrió por la carretera, siguiéndolo los dos hermanos, gritándole que se pararan. Se les perdió por el deportivo, y de volada regresó  a la cancha por su mochila, pero ya se la habían robado, dentro tenia su ropa, unos papeles importantes, 150 pesos, y un celular que era de su vieja. Fue al Ministerio Público del Hospital General. A poner su queja, por lesiones, robo y amenazas, por los dos hermanos, Adrián y pablo. Pero lo que mas le preocupaba era el celular de su vieja,  si se salvo de que le pusieran en la madre, con su vieja no lo iba a poder hacer  ya lo conoce muy bien y no le va a creer que le robaron.

gatoseco98@yahoo.com.mx.