ALFIL NEGRO

0

EL AÑO QUE SE VA, EL AÑO QUE VIENE

En unas cuantas horas

terminará este año

e iniciará el camino

de un año nuevo más, 

el que se va nos deja

huellas que nada borran,

y el nuevo abre caminos

que sólo Dios dirá.

El año que se marcha

fue cruel en nuestras vidas,

nos hirió fuertemente

en la vida y salud.

En casa aún lloramos

la ausencia de un hermano,

que una tarde de sombras

se fue y no vuelve más.

Fue cruel con las familias,

miles de ellas que lloran

y extrañan para siempre

a un padre o una madre,

 a un hermano o un hijo

o un amigo o pariente

que de pronto se fue.

Son muchas las heridas

los golpes de los meses

dolor anclado al tiempo

sonrisas congeladas

de miedo y de temor.

Calles vacías sin voces,

iglesias sin campanas

llenas de soledades,

y un Dios siempre presente

puerto de nuestros barcos

andenes de senderos,

una luz del camino,

la única esperanza

en esta larga noche 

de tormenta y dolor.

Un año de pesares 

de mesas donde faltan

manos que se nos fueron

para partir el pan.

Días con una sola agenda

en que el miedo era siempre

el único color,

y hasta en el parque solo

los pájaros callaron,

y un silencio de hierro

marchaba por las calles,

y funesto tocaba

las casas con espadas

de sueros y de batas

en camas de hospital.

Un año que nos marca

Y nos duele en el alma,

una línea de pena

de un antes y un después.

Pero mucho nos dejan

estos meses de duelo

de duelo y de temor,

porque a golpes sentimos

y entendimos completos,

que en los días que vivamos

todo se califica

de acuerdo a su valor.

Primero que la vida

Sólo dura un instante,

y es tiempo de camino

en que elegimos libres

lo que vale la pena

para marchar en paz.

Y  es nuestra familia

la esposa y nuestros hijos

lo que nos da sentido

de vida y de existir.

Lo demás es urgente

pero a veces nos ciega

y marchamos a ciegas

veredas sin sentido

de ambición y poder.

Y cuando pasa el tiempo

y los años nos vencen,

entendemos completo

que nada se compara

con la risa y los gritos

de nuestros niños bellos,

o sentir cariñosa 

en nuestra mano helada

la mano de la esposa

y su mirada tierna,

eternamente joven 

de amor y comprensión.

Y viene un Año Nuevo

que sea de bendiciones

que se acabe la noche

y que empiece la luz.

FELIZ AÑO NUEVO.