#GUADALAJARA
Chivas con la confianza y motivación en los cielos
- El Rebaño humilló al líder Monterrey (3-1), Pumas (4-0) y Puebla (0-3) para registrar una anotación cada 27 minutos en la más reciente tercia de duelos
“Guadalajara no convertía 10 goles en tres jornadas consecutivas en fase regular desde el Clausura 2008”.
Chivas recobró su estilo de juego, los triunfos y también los goles: de anotar sólo 11 en las primeras 10 jornadas del Clausura 2016, en los últimos tres partidos ya suma una decena de tantos y sólo uno recibido.
El Rebaño humilló al líder Monterrey (3-1), Pumas (4-0) y Puebla (0-3) para registrar una anotación cada 27 minutos en la más reciente tercia de duelos de Liga que ha disputado.
Una notable mejoría frente a las redes después de que firmaban una diana cada 81 minutos hasta antes de la onceava fecha.
Guadalajara no convertía 10 goles en tres jornadas consecutivas en fase regular desde el Clausura 2008, cuando de la fecha uno a la tres derrotó a Pumas (3-0), empató con Estudiantes (1-1) y apaleó a Morelia (6-0).
Además no anotaba tres o más goles en tres fechas seguidas desde 2010, cuando despachó a Toluca (3-1), Tigres (3-1) y Tecos (3-2).
-Tras marca de goles.
Así que los rojiblancos andan “incendiados”, al grado de que su capitán, Omar Bravo, rompió ante Puebla una sequía de cinco meses sin perforar las porterías.
En total, los tapatíos suman 21 tantos para ser la sexta mejor ofensiva del Clausura 2016. A cuatro fechas de que finalice, están a tres dianas de su mejor cuota goleadora en fase regular en los más recientes ocho torneos.
En el Apertura 2015 culminaron con 23 goles; ya superaron los registros del Clausura 2015 (20), Apertura 2014 (13), Clausura 2014 (13), Apertura 2013 (16), Clausura 2013 (15), Apertura 2012 (17) y Clausura 2012 (12).
-Récord defensivo.
Los pupilos de Matías Almeyda también van por un récord defensivo.
Han recibido 14 dianas para ser la segunda mejor defensiva, suman dos partidos en fila sin ver mancilladas sus redes.
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#CHIVAS
Un paciente Omar Bravo que no perdió la fe
Fueron 161 días y 984 minutos jugados —en Liga— alejado de uno de sus amigos más entrañables, pero Omar Bravo nunca dejó de creer en la posibilidad del reencuentro.
Eso explica que sus ojos hayan recuperado el fulgor que sólo da el gol. El pasado domingo, sobre el campo del estadio Cuauhtémoc, el máximo anotador en la historia del Guadalajara (132 celebraciones) terminó una sequía que inició el 1 de noviembre, cuando horadó la portería del Pachuca.
Aliviado, relata cómo enfrentó los poco más de cinco meses sin estremecer las redes contrarias.
“Como delantero, a veces tienes que apechugar y sacar fuerzas de tu interior para poder soportar cuestiones que no solamente son las de la cancha”, comparte el legendario delantero. “De repente puedes estar fino y de repente no, pero lo más importante es no abandonar, seguir insistiendo y jugar en equipo. Nunca perdí la fe en mí”.
Ni en sus compañeros. Más allá de que hoy cumple rol de suplente y era criticado por su falta de gol, siempre estuvo consciente de que la prioridad era sacar a las Chivas de la problemática que las tenía atribuladas en la tabla de cocientes y, aparentemente, con muy pocas opciones de clasificar a la Liguilla.
“Lo que yo necesite no es lo más importante, sino que el equipo mantenga una línea triunfadora”, subraya. “Aquí en México sabes que, cuando tienes una seguidilla de partidos ganados, te puedes posicionar bien y eso es lo más importante.