Se congela el tiempo

Se congela el tiempo

Por: El Pequeño Timmy

Hace mucho tiempo en un libro, leí que el tiempo es una herida que sangra y no se detiene con las manos, y la verdad es que sí, Cronos, el dios griego del tiempo es implacable, no se detiene aunque ridículamente los humanos jueguen a “parar” con un reloj el tiempo, para tratar de avanzar con trabajos que dejaron pendientes.

Nuevamente, el Congreso Local hace gala de la ignorancia, la falta de expertise de la mayoría de los diputados y las diputadas, tanto de aquellos que se ganaron su curul haciendo campaña y con trabajo político, como de aquellos que pudieron tener a su alcance con qué pagar la beca para acceder a un lugar, ha quedado en evidencia. 

Tal parece que el proceso electoral en marcha y las aspiraciones de algunos perfiles, así como las peleas internas dentro de los partidos, han hecho que el trabajo legislativo quede a un lado para ciertos diputados y diputadas, mientras que otros de plano no tienen la mínima idea de los presupuestos y rubros que están revisando, lo anterior es fácilmente deducible después de la torpeza mostrada en las pasadas comparecencias. 

De esta forma, desde el 22 de diciembre a las 11:50 horas, fecha en la que debió quedar aprobado el presupuesto de Hidalgo para el Ejercicio Fiscal 2022, hasta hoy 29 de diciembre no hay señal de que esto vaya a ocurrir, y aunque el reloj permanezca detenido, afuera cada segundo, cada minuto cuenta, no se ha logrado sacar el trabajo en tiempo y forma, por ende queda por cuestionar si los diputados dejarán de ganar el sueldo que reciben ya que se se vio, no están aptos ni capacitados para un puesto como el que ostentan. 

Es ridículo pensar que en el Congreso Local, como película de ciencia ficción, permanece el tiempo congelado, o peor aún que como en película de Disney esperan el beso del príncipe que, tras luchar contra un dragón, llega para besar a la princesa tras 100 años de haber permanecido dormida para que todo vuelva a la normalidad, sin contar que ese tiempo pudo convertir a la princesa en una venerable anciana. 

¡Qué más quisieran los diputados! Que se congelara el tiempo y como ahora, sigan cobrando sus salarios, mientras esto sucede en el Poder Legislativo, afuera la gente normal sabe que ya fue Navidad, que esta semana terminará el año 2021 y que el tiempo no ha dejado de transcurrir, burlándose de la rancia técnica para brincar la ley, un mecanismo de congelamiento que alguien a quien seguramente se le hizo tarde más de una vez, inventó para salir de estos apuros. 

Sucede que en el Congreso Local “congelaron el tiempo” pero pareciera que lo congelaron desde un inicio en algún 28 de diciembre, ya que lo que en ese recinto se ha visto hasta ahora en la 65 Legislatura, parecieran cadenas de bromas que protagonizan algunos diputados y diputadas, episodios surrealistas que han generado la pena ajena, actos en los que no se sabe si reír de la ignorancia de los que ostentan una curul o llorar porque estos se alimentan de lo que gana el pueblo. 

Se congela el tiempo, es lo que creen, es una figura retórica para señalar que no hicieron bien el trabajo, que desconocen mucho en la materia; pero es también, la oportunidad para recapacitar y entender que tienen que ponerse las pilas, porque si no pudieron con las comparecencias y no han podido con el presupuesto, seguramente no podrán con todo el trabajo que se viene, lo único interesante de esta legislatura será, como en todas, ver quién madura y convierte en trabajo su beca o quién pasa sin ton ni son, sentado o sentada en una silla que creyó era curul, porque sin diputado o diputada, la curul es una silla nada más. 

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