
Delincuente colombiano
En una de las salas pequeñas de la Cineteca Nacional se ha estrenado la cinta colombiana Los conductos de Camilo Restrepo.
Se trata de una cinta casi minimalista con pocos recursos y actores que sigue los pasos de Pinky (Luis Felipe Lozano) un delincuente de poca monta que ha conseguido escaparse de una secta religiosa e intenta asesinar a su líder,
Se refugia en un edificio abandonado, en donde los recuerdos de su vida criminal lo acechan.
Sobrevive fabricando camisetas estampadas, antes de irse en busca de otro legendario delincuente El desquite (el propio realizador), que se convertirá en su gurú.
Se trata del primer largometraje del director, quien había debutado en el 2015 con el corto La impresión de una guerra.
La deslavada fotografía de Guillaume Mazioum tiene un tono claustrofóbico, incluso en los pocos exteriores,
Los conductos resulta pues un filme bastante extraño, que obtuvo el premio a la mejor ópera prima en el Festival de Berlín, al mejor director en el Festival de los Campos Elíseos, y en el Mar de Plata, por su originalidad y que hay que apresurarse a ver, pues seguramente no hará huesos viejos en la cartelera.