LAGUNA DE VOCES

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LAGUNA DE VOCES

Pues sí, la vida no es muy seria en sus cosas

Espero – me dijo – que cuando recibas esta carta,  la vida te duela menos. Que sepas, por fin, que la existencia humana tiene como tarea fundamental creer con sincera certeza, en la imposibilidad de verla con total seriedad. Que era cierto cuando aquel escritor de cabellos enmarañado, afirmaba eso de que “la vida no es muy seria en sus cosas”.

Nunca ha sido seria, salvo para aquellos que tienen vocación por el dolor y el sufrimiento.  Así que debes aprender a reír con gusto, con descarnada despreocupación para que recuerdes la memoria de tu vida.

Verás que hacerlo de ese modo te dará la distancia suficiente para comprender por qué a veces se sufre tanto, y otras todo lo contrario. 

Si te apasionas por la tristeza, no hay problema.  Es normal, hasta para los que deciden despedirse del mundo en ese estilo, siempre memorable,  diría que hasta lleno de lujosa etiqueta.  Porque si te das cuenta lo solemne va ligado a ser triste.

Lo contrario, es decir la alegría desbordada tarde o temprano desemboca en una tristeza inacabable. Pero, a estas alturas,  descubro que cada quien es libre de caminar por los senderos del mundo como le venga en gana.  Vaya pues que no hay recetas que te lleven seguro a ninguna parte.

Lo otro es lo lógico: no hagas daño a nadie,  y en cambio, busca que el amor te lleve de la mano todo el tiempo.

Pero esto tampoco es un tratado de cómo vivir o no vivir. Es más, que todo lo que entiendas con asumir la vida será un asunto de seriedad, de cuadrarte a su paso, cuando mucho llegarás a coronel del batallón de fantasmas que caminan por todos lados.

Tampoco creas que comportándose igual a un payaso todo está remediarlo. Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra casa.

Olvidaba decirte que te escribo por la Nochebuena y Navidad que ya están a la vuelta de la esquina.

Festeja. Olvídate del miserable mundo y país que te tocó en mala suerte padecer. Tómate en serio el festejo, aquí sí, porque hace falta. Porque un día cualquiera nos perdimos en su razón de ser, en su trascendencia. Búscate a ti mismo en encontrar todo lo que implican estos dos días que ya llegan.

Acuérdate de los que se fueron este año terrible, y comprende por vez primera lo que decían las tías América y Fortunata: “ya están en un mejor lugar”. Llegado el momento comprenderás,  justo cuando tú los encuentres en ese, sin duda, mejor lugar.

A cada cual le llega, y no tiene sentido asumir que presentará un examen de oposición para ver si te quedas con la plaza asignada, que de por si es tuya desde que naciste.

Hay mucho trecho por recorrer en este trecho de la única realidad que conoces, pero el camino seguirá después, y te guste o no hay que recorrerlo.

Así que prepárate. Celebra, celébrate. Nunca te canses de hacerlo, que además nadie lleva tan bien, o tan mal tu destino.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico 

@JavierEPeralta