Taquería
Salsa Roja
De todos los lugares donde imaginó que la encontraría, el menos era el de la taquería, y eso que la Güera llegó sin ánimos de fregar pero la More ya le traía ganas, y apenas se sentó comenzó a echar sus indirectas; hay que reconocer que la Güera tuvo aguante, y nada más porqué ya había pedido, sino hasta se hubiera ido, no sin antes decir una que otra cosa pero aguantó tanto como pudo…
Para mí que fue la salsa que estaba bien picosa, la Güera se enchiló, la Morena le dijo que qué le hacía al cuento la pinche gente mamona, si con otros chiles se atascaba sin gesto alguno, entonces la Güera fue directo y le puso en su madre…
Las hubieras visto a las dos desgreñándose en plena taquería a las dos de la mañana, mientras todos veíamos, ya cuando vimos que ya habían quedado, las agarramos y cada quién se fue con sus amigos, pero la Morena también tenía su coraje, eso que le bajen al marido no es de Dios…
Guacamole
Definitivamente no fue su noche, luego de trabajar larga y pesada jornada en la fábrica, el hambre lo mataba, todo por no haber comido antes de salir de casa, el reloj marca las tres de la mañana y apenas se dirige de regreso.
Tiene que pasar a la taquería, implora a la virgen y a todos los santos para que esté abierta, de lo contrario y ante la prudencia de no despertar a su jefecita, se quedará con hambre hasta el desayuno y aunque no falta mucho, el hambre es canija.
Por fin alcanza a ver la luz, está abierta, ahora todo consiste en correr para que no ocurra lo que la otra vez, en que vio la luz y de la nada se apagó y estaba cerrado, o ya estaban lavando todo y no le vendieron nada, así que corrió hasta que al ver a lo lejos clientes sentados en los respectivos bancos, aligeró el paso y pronto se vio frente a los tacos de bistec y longaniza…
Todo estaba perfecto hasta que el cliente imprudente y alcoholizado vomitó junto al lugar donde estaba, la escena no pudo ser peor, la cerveza con el jugo de tomate y los pedazos de cilantro y cebolla se entremezclaban con ingredientes que nadie hubiera querido averiguar.
Tan ricos que estaban sus tacos, tanta era su hambre… y al final ya no hubo apetito, pagó lo que medio se comió, dejo dos tacos intactos, se aguantó el asco… y al doblar la esquina no pudo contenerse, hasta el guacamole salió aquella noche.
Cebollas y nopales
Que así huele cuando se asan las cebollas, que nopalito tiene otra connotación; que ambas palabras son algunas de las que se ocupan en la taquería en complemento de que ya salió el cuero y que se quedaron sin tripa, que empujaron el chorizo y sacaron el buche; en pocas palabras que cebolla para el pastor y nopales para el viejo; que porque en la casa la señora de pie espera y de todo se habla menos de tacos, cebollas ni nopales como la gente común los conoce y entiende.
