Vivir con dignidad
Hoy en el día Internacional de las personas con discapacidad, es necesario generar las reflexiones como sociedad, en torno a la discriminación, exclusión, violencia y marginación que sistemáticamente ejercemos y con ello convertimos las limitaciones físicas o cognitivas en una situación de vulnerabilidad.
Aunado a las condiciones económicas y a las barreras estructurales que impiden una vida digna, por eso es importante hacer lo propio y mostrar empatía ante las situaciones que son más allá de nuestro privilegio.
Las asociaciones civiles y familias son el soporte que, con paciencia, amor, cuidados y en muchos casos precariedad han tenido que enfrentar las condiciones hostiles de la ciudad, de la sociedad y la indiferencia de los gobiernos, a veces olvidamos que todos somos propensos a vivir una discapacidad.
Hace varios años mi hermana inicio una escuela de deporte adaptado en la cabecera de Acaxochitlán, con la intención de brindar autonomía y abrir posibilidades a las y los niños, adolescentes, así como a las juventudes a una beca que permitiera mejorar la calidad de vida a través del deporte adaptado. Los retos de esta experiencia fueron múltiples, pero los resultados satisfactorios, se creó un espacio seguro, sin discriminación y de convivencia, amistad, generosidad, con lazos fuertes por parte de las personas con discapacidad, así como de las personas que acompañaban con el cuidado, quienes por primera vez encontraron un espacio para dejar de cuidar solas.
Por desgracia, estas iniciativas tienen poco eco. El deporte adaptado es una alternativa para vivir con dignidad, autonomía e independencia, brinda seguridad a quien lo práctica y disminuye la carga mental de las personas cuidadoras, en cuestión anímica es favorable y a nivel médico mejora la calidad de vida.
Sin embargo, no es prioridad en la discusión presupuestaria para la asignación de recursos públicos que permitan brindar esta opción a las familias y principalmente a las personas con discapacidad. El deporte adaptado en Hidalgo es un privilegio, porque entre otras cuestiones subsiste la centralidad en un municipio olvidando que hay personas con discapacidad en 83 demarcaciones más.
Esperamos que las voces electas por la vía plurinominal tengan la suficiente fuerza y congruencia en la discusión presupuestal, además que sumen a las y los políticos quienes este día son muy progres y aliados (as), a quienes suspiran por la gubernatura, mientras tanto sigamos defendiendo el derecho a existir, me despido con la letra tan sentida de Mercedes Sosa “solo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente”.