
Periodismo libre
Es de sobra conocido el “periodismo charro” que pervive en México desde hace décadas. No pocos medios de comunicación, periódicos o canales radiofónicos, etc, que se rentan al poder en turno para narrar las venturas, nunca desventuras, de las acciones gubernamentales que sean necesarias. La manera de manipular a estos medios es a través de la potencia económica que los gobiernos, tanto estatales como federales, tienen para contratar y controlar su publicidad.
Sin embargo, no todo el periodismo mexicano tiene estas características. En el presente mes se han comunicado públicamente los resultados del concurso de periodismo de investigación convocado por el INAI. De igual manera, se hicieron públicos los ganadores de la convocatoria que cada año hace la embajada alemana anualmente para entregar los premios Walter Reuter a la libertad periodística.
Un conjunto cada vez más amplio y comprometido de periodistas ha dado seguimiento, desde hace ya muchos años, a las causas más urgentes de la sociedad mexicana. Corrupción, desaparecidos, impunidad, asuntos de género, discriminaciones, atropellos de grupos sociales vulnerables y vulnerados, inseguridad nacional, militarismo, asesinatos masivos sin resolver… son solo algunas de las temáticas que estos profesionales independientes y valientes investigan y analizan.
Para ello han tenido que arriesgar sus vidas. Siempre muchos, la han perdido por la incomodidad que han originado en los poderes comprometidos. México es uno de los países más inseguros para los periodistas. Está al nivel de países en guerra abierta y declarada. También han tenido que acogerse los profesionales del periodismo, en no pocos casos, a becas o protección de instancias internacionales, para poder salir del país y seguir viviendo y ejerciendo su profesión.
Una de las características esenciales para todos los estamentos que interactúan en democracia es la transparencia (accountability). La información, sobre todo la que tiene que ver con servidores públicos y sus urdimbres con ciertas empresas privadas, deben ser de conocimiento público. Los ciudadanos deben tener la información suficiente para reclamar a los que viven del erario, el manejo “en lo escondido” y, a veces, de la manera más descarada posible, de los recursos que son de todos.
Un paso necesario y subsecuente a la transparencia, es el de la rendición de cuentas (responsability). México sobrevive con un porcentaje superior al 95% de impunidad. Con el ejercicio periodístico nos damos cuenta de muchos de los malos manejos que se realizan. Mas el ejercicio de la justicia es inoperante y prácticamente nadie responde por sus fechorías.
Alabamos y reconocemos el trabajo de los periodistas independientes y valientes que dedican su vida al establecimiento de bases más democráticas en nuestro país. Que sigan cosechando más premios, que sigan mirando debajo de las alfombras de los intereses ocultos, que nos sigan concienciando a los ciudadanos, de cómo es la realidad del poder y el dinero, que nos sigan dando herramientas para sentirnos y movilizarnos juntos. Lo agradecemos.