LOS GENDARMES NO ENTIENDEN
No le hacen caso a la Comisión de Derechos Humanos. Este es un caso de policías golpeadores, a pesar de que los que acusan llevan las pruebas, de seguro los altos mandos les van a voltear la tortilla, poniendo como chismosos a los que se quejan y como inocentes a los culpables.
Pero vamos a leer la triste historia que nos cuenta una familia que fue golpeada por los uniformados municipales, y usted será el juez, dirá si son inocentes o culpables. Una de ellas dijo: “En lugar de que la gente encuentre apoyo y ayuda de la gendarmería municipal de Pachuca, hay que cuidarse de ella porque sabemos que el policía lleva la de ganar porque usa uniforme.”
Esto lo dijeron los integrantes de una familia de la colonia San Antonio el Desmonte, al denunciar públicamente ante varios diarios la agresión verbal y física de las que fueron víctimas varios de ellos por parte de elementos de la policía municipal de Pachuca.
Martha Orduño Padilla presentó la denuncia penal con el número 12-2016 02571 en la agencia del Ministerio Público y la Procuraduría de Justicia, por los delitos de lesiones y abuso de autoridad.
“Demandamos castigo para quien resulte responsable de la agresión a una mujer de 72 años de edad, con todo valor civil nos presentamos ante los medios de comunicación de mayor circulación y credibilidad, para exigirle al alcalde Eleazar García, antes de que se vaya, que tome cartas en el asunto”.
Comentaron que los hechos ocurrieron el lunes 21 de marzo como a las 6 horas, en la Colonia San Antonio, a unos metros de distancia de la calle de Hernández y Fernández. Relata César David Meneses Meneses lo que sucedió: “Acompañado de mi novia y de un amigo, llegamos al Oxxo para comprar una botella de licor y tomárnosla en la casa, íbamos en un automóvil BMW color negro, placas de circulación 682-ZNC del Distrito Federal.
Hicimos la compra, al regresar al coche nos rodearon varios policías municipales, me exigieron que me bajara, como no había cometido ningún delito no les obedecí, me encañonaron con sus carabinas, pensé que a lo mejor querían extorsionarnos porque llevábamos placas del Distrito Federal y la botella”.
El muchacho dijo que le dio miedo y en determinado momento salieron del coche él, su novia y el amigo, corrieron para su casa que estaba a unos metros. Fue perseguido por los uniformados, pero lograron entrar.
Dijo que se había tomado tres cervezas y compraron la botella para seguirle la tos al gato, pero en su casa volvió a decir que no había violado ningún reglamento. Pero la intervención de los gendarmes no era nada amistosa; tampoco dijeron que se trataba del alcoholímetro. Esto es lo que nos dice su jefa Karina Meneses:
“Cuando César llegó corriendo a la casa mi mamá estaba afuera, esperándome para acudir a realizar algunas cosas al centro de Pachuca, por un pelito y se la llevan de corbata”. Al ver que a su cachorro lo perseguían varios uniformados lo defendió preguntándoles qué Pez.
La reacción de los enojados policías fue agredir a la señora, o sea a la abuelita de César, porque quiso detenerlos para que no se metieran a su casa. No tomando en cuenta que es una anciana le dieron un soplamocos con su carabina, fue a parar al suelo, el ojo derecho se le cerró con una ligera herida en la ceja.
También presenta otro golpe en la vértebra intercostal del lado izquierdo, por la caída en el suelo, la cual respalda con la receta y diagnóstico médico de una fractura.
La mujer de 72 años de edad, originaria de las comunidad de Téllez municipio de Zempoala, quedó noqueada en el suelo. Al ver lo que pasó otros de sus familiares, así como los vecinos, se indignaron con la policía y comenzaron a ofenderlos. Por lo menos una hora se prolongó el escándalo en la calle de Hernández y Fernández.
Los policías de las patrullas 01-163, 01-164, 01-601, 01-604, y 01-128, así como los familiares de la mujer golpeada y del joven, con sus celulares se fotografiaron.
Dijo la madre de César que su hijo: “No robó ni mató, cuál era su problema o su coraje, ¿por qué no lo infraccionaron o lo extorsionaron?”. Les preguntaban a los uniformados que por qué querían llevarse arrestado al dueño del coche BMW. Fue necesaria una ambulancia para que se llevara a la señora golpeada al Hospital General de Pachuca, a quien le tomaron radiografías y un electrocardiograma.
Sé que la abuelita les gritó cuando estaba en la ambulancia, que no se la iban a acabar, porque con el arma el policía le quebró la placa superior dental y la inferior la perdió cuando se cayó, del golpe que se dio.
En la agencia del Ministerio Público, bajo la atención de la licenciada Vanesa García Gutiérrez, se asentó lo anterior en la carpeta investigadora.
“Sabe por qué venimos hasta ahora, porque mi ojo estaba muy inflamado, cerrado y no quise salir a la calle así, por la pena, podían pensar los que me vieran que fue de un borrachazo. También me convencieron de que había que denunciar públicamente a los policías, porque si nos quedamos callados volverán a agredir a otras personas o a nosotros”. Así lo dijo la señora Martha Orduño,
“Ya esperamos la contestación a ver con qué nos salen los jefes policíacos, pero tenemos un abogado que fue del diablo para que castigue a los pegalones, porque dijeron los que corrieron que tuvieron que hacerlo ya que primero pegan y luego investigan; así son los municipales”. Ahí se los dejamos de tarea, para que ustedes resuelvan este crucigrama, sólo para Tigres.
IBA A DESAPARECER MAESTRANZA
Por un pelito se salvó de desaparecer la colonia Maestranza, de Pachuca, con todos los habitantes, debido a que cinco cilindros de gas LP de 20 kilogramos cada uno, quedaron en medio de un incendio de un domicilio, las llamas poco a poco se convirtieron en una masa solar que amenazó con extenderse a otras casas.
Llegaron a tiempo los bomberos y evitaron el siniestro que estuvo a punto de suceder si las llamas agarran los cilindros y explotaran, estaríamos hablando de un mortal siniestro de terror, de angustia, de miedo, en la calle de República de Argentina.
Dijo el comandante: “De producirse el sobrecalentamiento de los tanques de gas y estallarían, estaríamos hablando de una monumental desgracia, por falta de cuidado de algunas personas”.
Comentó el director de Protección Civil que al dar a conocer que estaban ardiendo las tres habitaciones, llenas hasta el tope de trebejos de diferentes materiales, sacaron cinco tanques de gas que estaba expuesto al fuego, los Bomberos estaban con maniobras de enfriamiento, sin que resultaran personas lesionadas.
Mientras su gente comenzaba a recoger su equipo, esperaba la llegada de una persona responsable, mayor de edad, para entregarle el inmueble. Informó que utilizaron 20 mil litros para sofocar y apagar el incendio en su totalidad.
Llegó una pipa de la Dirección de Parques y Jardines, como soporte para que los Bomberos estuvieran listos, debido a que en esa casa, marcada con el número 200 de la calle de Argentina, existía material combustible acumulado y llantas, las llamas amenazaban con propagarse a otros domicilios, finalmente no ocurrió. Dijo sacando los ojos que si hubieran explotado los tanques, ni pelos hubieran dejado varios vecinos.
UNA MUJER MUY MACHA
Guillermina Pacheco Durán, de 35 años de edad, dejó un recado en su casa que decía: “Búsquenme en la presa, me voy a quitar la vida”, y lo cumplió, el día jueves por la mañana fue encontrada su ropa flotando sobre la presa del Girón, que se encuentra en la comunidad de Xolostitla municipio de Epazoyucan, por lo que sus familiares solicitaron la búsqueda del cuerpo.
Los elementos del escuadrón de rescate de los Bomberos de Pachuca se abocaron a la complicada tarea de buscar a la mujer que desapareció el sábado de la semana anterior. Se informó que antes de las 11 de la mañana del miércoles, fue localizado y rescatado el cadáver en presencia de personal de la Procuraduría General de Justicia de la entidad.
De acuerdo con las versiones proporcionadas a los agentes policiales, la ahogada venía arrastrando un tipo de problemas mentales, los cuales la tenían deprimida, por eso desde el sábado 25 del presente mes, hizo el dramático anuncio en la hoja de un cuaderno, y hace dos días uno de sus familiares localizó su ropa flotando.
Ante la situación dio aviso a los policías municipales, que apoyados por protección civil y los Bomberos, se trasladaron al lugar.
Al lugar se presentó el Ministerio Público, quien dio el banderazo para que identificaran el cadáver y luego pasarlo al médico legista, para que le hiciera la necropsia de ley, misma que relevó las causas de la muerte: ahogamiento por sumersión.
INTENTÓ SUICIDARSE
Por un pelito de rana se iba a aventar una mujer del puente más alto, del viaducto Nuevo Hidalgo, se quería suicidar, tiene 27 años de edad, y un transeúnte lo evitó.
La mañana de ayer, el puente peatonal del viaducto Nuevo Hidalgo, que está ubicado a la altura del mercado Benito Juárez en Pachuca, estuvo a punto de convertirse en testigo de una tragedia.
Tiene más de 5 metros de altura, la mujer se quería aventar de chirimoya, pero la suerte estuvo de su lado, porque por el puente transitaba Marco Antonio Chávez, un peatón que al adivinar que la muchacha quería darse en la madre, se adelantó corriendo a agarrarla de las manos, le dijo que no lo hiciera y la agarró muy fuerte.
De inmediato el hombre salvavidas pidió ayuda a los policías municipales, diciéndoles que no le fueran a pegar, que le dieran un consejo porque se quería matar, en esta ocasión los gendarmes sacaron lo bueno que les queda y le dijeron que no lo hiciera, que si no le gustó el parque que reformaron, o la espantaban los cohetes de la reinauguración del reloj, que quedó más feo de como estaba pero con cosas nuevas, que ni modo.
Poco después llegaron los Bomberos y los de Protección Civil, quienes la atendieron junto con los socorristas de la Cruz Roja, la mujer dijo que es originaria del municipio de Mineral del Chico, Hidalgo, y presentaba una profunda depresión a causa de la muerte de uno de su familiares.
También tenía problemas en su hogar, por eso pensó en aventarse un clavado de cholla al suelo. Se juntó un montón de gente, automovilistas se detuvieron a ver qué Pez, estorbando y tapando el paso, hasta que llegó la policía y los corrió del lugar. Entre la gente se abrió paso un joven, como de 26 años de edad, quien dijo que él era el esposo de la mujer, la tranquilizó con palabras dulces, se hizo cargo de ella, y se fueron a su casa.
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