Elecciones a gobernador, camino sin sobresaltos para Omar Fayad

Las elecciones del próximo 5 de junio para elegir gobernador en el Estado de Hidalgo, constituirán un ejercicio democrático, pero también un derroche de recursos en una elección de donde saldrá elegido el candidato de la Alianza “Un Hidalgo con Rumbo”, integrada por el PRI-PVEM-PANAL, Omar Fayad Meneses.

 

 

Desde hace años el PRI ha gobernado al Estado de Hidalgo, el cual constituye el sexto con mayor atraso en su desarrollo y uno de los siete más pobres del país; y ha excepción del fallecido presidente municipal de Pachuca, José Antonio Tellería, cuya enfermedad lo retiró de la vida política en 2002 y su posterior muerte en 2008, frustró que se produjera un relevo en el gobierno del Estado, en realidad ningún candidato de la oposición hasta ahora ha constituido ni constituye un verdadero riesgo para que siga gobernando el partido tricolor.

 

Omar Fayad no sólo representa una candidatura de unidad de su partido, sino la elección del Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, que desde Bucareli ejerce realmente el poder, como debe hacerlo quien lo sustenta ¿o acaso la lucha por el poder no es para ejercerlo?. Con todo ese apoyo, además del que la esposa de Omar Fayad seguramente le proporcionará a través de la televisora para la quien trabaja y sus amigos artistas, ¿Quién puede poner en duda que a principios de 2017 Omar Fayad ocupe el cuarto piso del edificio de gobierno de la Plaza Juárez?

 

Aunque las encuestas son una muestra aleatoria de una población, cuya certeza depende de su tamaño para ser representativa de esa población en estudio, en septiembre de 2015 “Consulta Mitofsky” publicó los resultados de una encuesta sobre las preferencias de mil personas que residen en Hidalgo, los cuales indicaban que en aquel momento las preferencia por partido político se inclinaban a favor del PRI.

 

La encuesta indicaba que “el PRI (27%) aventaja en las preferencias de los ciudadanos para la elección de gobernador de Hidalgo, a realizarse en junio de 2016, mientras que el PRD obtendría la segunda posición con el 16% de los apoyos, en tanto el PAN se ubica en tercer lugar con 12%, morena se ubica en la cuarta posición con 6%, y la preferencia por un candidato independiente suma 3%. El nivel de los ciudadanos que aún no toman su decisión de voto o no la expresan es de 34%”, precisaba el informe.

 

Sin embargo, con más de 2 millones 700 mil habitantes y con un Padrón Electoral de  un millón 628 mil 98 votantes potenciales, una muestra de mil no es representativa, aún cuando muestra la tendencia potencial de los electores en las elecciones. Pero lo cierto es que Omar Fayad ni siquiera necesita gastar en encuestas. Ni el cantante de Tulancingo, Francisco Xavier Berganza, por el PAN, el cual ha ido de partido en partido de acuerdo a sus intereses, ni José Guadarrama, que después de ser uno de los estrategas del PRI encontró cobijo a su desventura en el PRD, ni aún menos Salvador Cisneros de MORENA, tienen un ápice de posibilidades de convertirse en gobernadores, frente a la maquinaria del PRI en Hidalgo.

 

Por esta razón, en los próximos meses veremos un derroche de dinero público gastado en campañas de candidatos a gobernadores y diputados locales, dinero que bien podría destinarse a combatir la pobreza en el Estado de Hidalgo, pues gobernadores van y gobernadores vienen sin que hasta hoy hayan sido capaces de extirpar la pobreza en la Sierra Gorda, en la Huasteca o en el Valle del Mezquital, sin mencionar la pobreza en las zonas urbanas que cada día genera más delincuencia.

 

Por último, al margen de la calidad de la muestra que tome “Consulta Mitofsky” para realizar sus encuestas, hay que decir que, en la medida que éstas sean más pequeñas aumenta su grado de error, mientras que encuestar a una u otra persona en una pequeña encuesta su respuesta pasa por su estado de ánimo.

 

De aquí que la reciente encuesta publicada por la consultora de Roy  Campos, de cara a las elecciones de 2018: “EVOLUCIÓN DE PREFERENCIAS ELECTORALES EN 2006 Y 2012; ¿CÓMO SE COMPORTARÁN LAS DE 2018?”, la cual muestra una amplia preferencia de los encuestados por el PRI (34%) y el PAN (23%), frente al PRD (15%) y MORENA (12%), no tenga relevancia alguna, pues sólo muestra un estado de ánimo a la mitad del sexenio de los ciudadanos, en un país donde los partidos que se dicen de “izquierda” pasan de posiciones de centro a derecha en un abrir y cerrar de ojos; donde las ideologías han sido cambiadas por intereses económicos y por el poder por el poder mismo; donde los ciudadanos, en tanto que electores, son únicamente instrumentos de la clase política para lograr sus fines, la mayoría de las veces fáciles de comprar con alguna despensa u otra dádiva, pero que no cambia su condición dentro de los más de 55.3 millones de pobres, según las cifras oficiales.

 

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