Tras meses de trabajo en la obra del puente atirantado de la Supervía Colosio, el próximo martes 30 de noviembre, quedará abierta a los automovilistas, según informó el titular de la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (SOPOT) José Ventura Meneses Arrieta.

En un recorrido hecho por la obra, el funcionario estatal señaló que los motivos de la tardanza se debieron a diversas circunstancias como los fenómenos meteorológicos, un brote de covid-19 entre el grupo de soldadores certificados con la norma que se requiere para realizar la obra, así como otros factores que tuvieron que ver también con el tema de los insumos requeridos para la obra.

Meneses Arrieta destacó que de los soldadores que trabajan en la obra que son alrededor de  250, se requirieron 150 con certificación por lo que estos elementos humanos han sido de gran importancia para garantizar la seguridad en la magna obra del gobierno de Omar Fayad Meneses en la capital hidalguense. 

Otro punto importante fue la escasez de materiales debido a la baja producción que se tuvo en las fábricas tras la pandemia de covid-19, entre estos el secretario enfatizó el incremento de precio del acero estructural en más del 200  por ciento, además de que el oxígeno que se utilizaría para soldadura se utilizó para cuestiones médicas, lo que generó un incremento en la obra en alrededor de 80 millones de pesos ya que en un inicio estaba proyectada en 420 y al final costará alrededor de 502 millones de pesos. 

Finalmente, señaló que una vez concluído el puente atirantado, se continuarán las obras en la planta baja del puente en dónde se retirarán los puntales de la cimbra a fin de que el puente quede suspendido y sostenido por los 880 torones de acero, a fin de reconstruir la glorieta 24 horas.