EU-Cuba, relaciones diplomáticas
- Fidel Castro, expresidente de Cuba, muestra sus recelos ante la normalización de relaciones con EU
La reacción de Fidel Castro supone un jarro de agua fría al proceso de normalización de relaciones tras una semana de infarto para una Cuba que no solo vivió la primera visita de un presidente estadounidense en casi un siglo, sino también una de las consecuencias de la tímida apertura con otra cita histórica para muchos: el primer concierto de los Rolling Stones, una banda vetada durante décadas por las autoridades de la isla.
Fidel Castro rompió su silencio, y lo hizo para dejar claro que el acercamiento al viejo enemigo estadounidense iniciado por su hermano Raúl con el norteamericano Barack Obama no cuenta con su visto bueno. “No necesitamos que el imperio nos regale nada”, escribió el expresidente cubano en un artículo publicado ayer por el diario oficial Granma, una semana después de la histórica visita del mandatario de EU a la isla.
En su escrito, Fidel Castro rechaza la mano tendida por el mandatario de EU durante su discurso al pueblo cubano, en el que Obama defendió la democracia como el mejor sistema de gobierno aunque subrayó que su intención no es imponer cambios a Cuba, además de razonar los motivos y ventajas de la reconciliación entre los dos países. Una alocución que, para el líder histórico cubano, estuvo llena de “las palabras más almibaradas”.
“La historia de EU y Cuba abarca revolución y conflicto; lucha y sacrificio; retribución y ahora reconciliación. Ha llegado el momento de que dejemos atrás el pasado. Ha llegado el momento de que juntos miremos hacia el futuro, un futuro de esperanza”, dijo Obama en su discurso el pasado martes, que fue retransmitido por la radio y la televisión cubanas.
“Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del presidente de EU”, ironiza ahora Fidel Castro. “Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?”, le replica a Obama Fidel. Para, en seguida, dejar claro dónde en su opinión hay que poner el freno a este nuevo capítulo de relaciones bilaterales: “Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria, derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura”.
Aunque publicado ayer, el artículo está fechado el 27 de marzo. Una semana después de la llegada de Obama a La Habana, la primera de un presidente de EU a la isla en 88 años y la primera, también, en la Cuba de los Castro.