ROBAN UNA CAMIONETA
Los agentes uniformados hicieron una persecución de los ladrones, y los agarraron. Esto sucedió en Molango. En el momento en que se escapaban con la camioneta robada, les cayó el chahuistle. Les pusieron una corretiza de pelos, hasta que los pescaron en el municipio de Tlanchinol.
Los gendarmes de Molango capturaron a dos ladrones profesionales y los pusieron a disposición del agente del MP.
Explicaron que en la carrera los delincuentes le metían la pata y hacían piruetas. Lo bueno es que el policía llevaba un piloto que dicen que desde chiquito corría en un carrito de pedales que le trajeron los Reyes Magos, y no tenía miedo a la velocidad.
De acuerdo con la información proporcionada por la Policía Municipal de Chanchinieblas, solicitaron el apoyo por medio de radio, el miércoles en la madrugada, tras el robo de una camioneta. De inmediato los guardianes de la ley se montaron en la camioneta patrulla y salieron como bala por la carretera México- Tampico.
Dijeron que fue como a las 5 de la mañana, antes de que cantara el gallo. Pusieron un retén para checar los vehículos que pasaban por la carretera. El comandante se dio cuenta de la presencia de la camioneta Nissan estaquitas, color blanco con toldo azul, con placas de circulación HH-75-843; adentro de la cabina iban dos changos marangos.
Por medio del altavoz les marcaron el alto: “Oríllense a la orilla”. Pero los ladrones los tiraron de a locos. Le metieron el acelerador hasta el fondo, para emprender su loca carrera, y dejar con un palmo de narices a los gendarmes. Fue cuando al chofer de la patrulla le dieron orden de que se jugaran el todo por el todo.
En medio del silencio de la madrugada se escuchaba el rugir de los motores a todo lo que daban, que parecían de avión de propulsión a chorro. El rechinar de las llantas al dar vuelta, al llegar a las curvas. A la altura del kilometro 128+600, por la velocidad, que llevaba la camioneta, al chofer le agarró la mano el chango. Se volcaron dando varias volteretas, y se salieron corriendo metiéndose al bosque con el fin de que no los agarraran.
La gendarmería municipal corrió detrás de ellos a pata, tropezándose con las hierbas, cayendo y levantando. Les dieron alcance. Los trataron como se debe de tratar bien a los delincuentes, como les ha dicho la Comisión de Derechos Humanos.
Los policías los agarraron de la mano para que no se fueran a caer a algún precipicio, y como estaban cansados, los cargaron de burrito hasta llegar a la patrulla, donde pidieron auxilio, que fueran por ellos porque llevaban a dos tipos espantados.
Estando ante el MP, dijeron que uno era de Tlanchinol y el otro de San Agustín Tlaxiaca. Dijo el comandante “Carreras” que uno de ellos los quiso sobornar. Les ofreció dos mil pesos para el refresco, porque era lo único que traían, y que los dejaran libres. No quiso. Lo tomaron como insulto, y con todo respeto, por hacer una cosa indebida, le dieron un macanazo en la cholla.
UNOS BORRACHOS TIRARON POSTES DE LUZ
Dejaron en tinieblas a los vecinos de la colonia Centro del municipio de Tulancingo. Les avisaron a los cuicos que varios borrachos iban en un automóvil Nissan. Chocaron y tumbaron un poste, y luego se escaparon, rumbo a Pachuca. Los uniformados los corretearon pero no los alcanzaron. Los borrachos corrían a toda velocidad, gritando: “Háganse, piojos, que ahí les va el peine”.
Pedro Téllez y Jorge Manuel Pérez fueron bajados del coche y pagaron el pato. Los encerraron en las galeras de la Policía Municipal.
Ellos se defendieron diciéndole al MP que estaban encerrados injustamente. El culpable se llama Fernando, no se acuerdan de su apellido. Comentaron que iban pasando cuando encontraron al mencionado, que lo conocen de vista. Los invitó a chupar. Iba con otra bola de amigos que desde temprano comenzaron a empinar el codo, y ya picados le siguieron la tos al gato.
Como a las 11 de la noche, no los dejó salir del coche. Los invitó a que siguieran la parranda. Les dijo que hay que chupar porque el mundo se va acabar. Le metió la pata al coche para que sintieran el vértigo de la velocidad, y se fueron con rumbo a El Tejocotal. El motor de la unidad rugía. Al llegar al puente, Fernando quiso rebasar a un automóvil Jetta oscuro. El chofer no se dejó, y echaron unas carreritas. Se emparejaron y corrían como pilotos de carreras.
Llegando a la altura de la comercial “Mega”, Fernando perdió el control, volcándose y con la velocidad, dio de maromas. El Nissan chocó con los postes de luz, tumbándolos. La unidad quedó con las llantas arriba. Los demás salieron corriendo por la ventanilla. El que salió fue Edgar, y ayudó a su amigo Juan. En ese momento llegaron los uniformados. Pensaron que los iban ayudar, pero los esposaron y los trasladaron a la barandilla de la municipal.
Les dijeron que el chofer, que era Fernando, que se dio a la fuga, pero no les hicieron caso. Les dijeron que se callaran el hocico. Fueron trasladados a la Procuraduría General de Justicia. Con el susto y los madrazos que se dieron, se les bajó la peda.
Los dejaron salir. A quien buscan es al borracho que dejó a oscuras a los vecinos, y estuvo a punto de causar una tragedia porque manejaba briago la unidad, color plata, sin placas.
Los agentes de la Coordinación de Investigación le andan pisando los talones, y le van a echar el guante para que pague los postes de luz, que le van a salir muy caros porque levantaron un acta los de la Compañía Federal de Electricidad.
Por su parte, ellos juraron ante las autoridades, por su jefa, que ya no vuelven a subirse en el coche un desconocido borracho, loco. Que por un pelito se dan en la madre. Que cada que ellos se emborrachen lo harán a pata. No falta de que se caigan o les cobre muy caro el taxista, pero están seguros de que no se los vaya a llevar la calaca.
MUJER ENFRENTÓ A MALEANTES
Los habitantes de Zempoala han reportado ante los delegados del pueblo, a los gendarmes y agentes, a toda clase de autoridades, que la colonia El Cerrito, que sale a Ciudad Sahagún, a la altura de la comunidad de Acelotla, se ha convertido en un nido de ratas y violadores; pero parece que se le hablan a un burro.
Hace unos meses, a unas jovencitas que se les ponchó una llanta, un grupo de malvivientes las atacó sexualmente y las robaron. Luego a una pareja que se le había descompuesto el carro y esperaban ayuda de sus familiares, fueron víctimas de los mismos pillos. Golpearon al señor, los robaron, y violaron a la señora. Y así han pasado varios casos, y nunca hay un policía ni para remedio.
Pero esta vez los asaltantes y violadores se taparon con hueso. Una mujer iba ser asaltada. Se armó de valor y se enfrentó a los delincuentes, quienes dispararon al automóvil que llevaba.
El hecho se registró la noche del pasado domingo, cuando viajaba a bordo de su automóvil Honda, tipo Siena, color azul sobre la autopista mencionada, con dirección al Estado de México. Fue objeto de un atentado.
Varios sujetos armados, que iban en un Volkswagen, tipo Golf, intentaron taparle el paso para que se detuviera. La mujer, sin medir el riesgo que corría, se impactó contra la unidad de los hampones, logrando que perdieran el control y se salieran de la carretera.
Los mendigos le dispararon, pero no se detuvo. Por el contrario, le metió la pata para ponerse a salvo. La fémina, a pesar del susto, llamó al 066, y les contó lo sucedido. Le dijeron que iban a implantar un operativo. Pero como les dijo ella, los ladrones se la pelaron.
DESPERTARON A LOS VECINOS A BALAZOS
Los gendarmes detuvieron a dos tipos que viven en Tepeapulco. Cerca de la carretera escucharon varios balazos cuando hacían su recorrido por el lugar. Se tiraron al suelo, no les fueran a dar en la madre de un plomazo. Después se levantaron y vieron correr a un tipo que llevaba una bolsa negra. Lo alcanzaron.
Dijo que se llamaba Laurencio “Z”, de 39 años de edad. Había arrojado una pistola calibre 9 milímetros. Su acompañante también fue detenido, y les dijo que se llamaba Fernando “S”. Tenía una pistola calibre 380. Quedaron encerrados, y les dijeron que para la otra fueran a aventar de balazos en la casa de su madre.
LA POLICÍA AGARRÓ A OTRO TIRADOR
Informó el comandante de los uniformados que en el municipio de Mixquiahuala, cuando ellos hacían su recorrido buscando ladrones de gasolina, de momento escucharon varios balazos. Por las moscas, se tiraron al suelo, preparando su carabina, esperando la orden para pararse y correr disparando en el lugar donde los escucharon.
Con la luz de la luna, vieron a un tipo que tenía una pistola en la mano, y todavía salía humo. Lo rodearon sin dejar de apuntarle, hasta que levantó las manos, tirando al suelo la fusca.
Eso fue en la carretera, en el mencionado municipio. Se le acercaron con la pata bien plantadas en el suelo, con la carabina bajo el brazo y el dedo en el gatillo, el ojo en la mira, lista para jalar el gatillo.
Era un tipo borracho que le estaba dando gusto al dedo, y lo entrevistaron, preguntándole qué pez. Les contestó que fue de puras ondas. Le pidieron el permiso para matar, pero dijo que no traía, y fue cuando le dieron un cachazo en la cholla y se lo llevaron ante el MP Federal, por la portación de arma.
El hombre llevaba una carabina dotada con 6 cartuchos, que le decomisaron, y lo metieron al bote por disparar como “El Borras”.
QUEMA DE JUDAS EN EL ARBOLITO
Una de las tradiciones que se tienen muy arraigadas, es la quema de Judas en el barrio El Arbolito, y que se ha realizado desde hace más de 40 años, por la familia Alarcón Galindo.
Se ha llevado a cabo de generación en generación, asistiendo gente de diferentes colonias y lugares de Pachuca. Los judas son quemados con productos, principalmente de la canasta básica, que se los cuelgan. Algunos se caen al menearlos y otros al explotar los cohetes. Al acabar de tronar, la gente se abalanza a ganarse lo que puede. Hay algunos que sólo se ganan los apachurrones.
Esta vez quemaron 8 judas. El primero fue un payaso que llamó la atención por el parecido con un político; y otro de los que no se quedo atrás fue Andrés Manuel López Obrador. La quema de los judas se realizó en la entrada de la calle Galena, después de las 2 de la tarde.
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