Homo Politicus
Tres patines en el juego de pelota diciendo: “mamita, cosa más grande, otra vez al capitalismo”.
En la tribuna Barack Obama y Raúl Castro, disfrutando el juego de pelota entre las mantarrayas de Tampa y la selección cubana de baseball, mientras en Miami los marielitos sufriendo porque el gobierno norteamericano, para los que todavía tienen el status de asilado político, pensando que los deportarán.
Los republicanos con la rabia incontenible, señalando que Obama es un comunista, que cómo es posible que se pueda ser amigo de un país comunista como Cuba, señalando: “eso nos sacamos por tener un presidente negro y de conciencia negra”. Mientras en la calle contraria, los demócratas señalando: “este negro puede echar por tierra lo que hemos ganado”, el aire enrarecido la grito de “play ball”.
En las tribunas los cubanos ríen y lloran ante un spot publicitario que dice: “unidos”, que no es lo mismo, “todos para Estados Unidos”; no saben que depara el destino, pero una vez que termine la visita de Obama, algo es seguro, no se volverá a abrir Puerto Mariel para que exista un nuevo éxodo de cubanos a Miami, eso es menos posible e incluso inviable, cuando Obama se quiere sacar a los cubanos de encima y mediante la estrategia de incorporarlos a las lógicas de la economía de mercado, tirar la alicaída revolución.
Al interior de Cuba, los todavía revolucionarios no están muy contentos con Raúl Castro, pero admiten que la estrategia de distencionar las relaciones con Washington, puede salvar al socialismo, siempre y cuando el Estado Cubano, cree una membrana ideológica, política, económica y cultural, que al estilo de una gran burbuja que contenga la entrada de solares e inversiones y que al tiempo se utilicen para fortalecer a la revolución, mamada que ni ellos creen.
Al igual que muchos de los países que retornaron al capitalismo al término de la guerra fría, Cuba se encuentra a las puertas de las presiones endogámicas y externas, ¿tendrá la mayoría de izquierda en Cuba el poder para defender la revolución?, si el Che estuviera vivo, diría: pero caballero, cosa más grande, otra vez al capitalismo.