¿SERÁ MELÓN, SERÁ SANDÍA?
Era común este juego de la víbora de la mar, con los niños de antes, cuando no había celulares ni todos esos juegos electrónicos que dicen usan para captar clientela los narcos, y que permitía horas y horas de diversión para capturar a uno de los jugadores mientras se cantaba “será melón, será sandia, será la vieja del otro día” y el atrapado elegía entre melón o sandía, para después ya en el juego de la cuerda ver si se había elegido bien o mal al ganar o perder.
¡Qué tiempos aquellos!, cuando se podía jugar en la calle sin miedo a nada y con la vigilancia de las madres que siempre estaban atentas.
Y menos con la pandemia que vino a acabar entre otras cosas con la convivencia de miles de niños en Hidalgo y millones en el país y en el mundo.
En este juego en que se tenían dos opciones , se ponía en jugo la capacidad de buena decisión, que nacía del conocimiento que se tuviera de parte del que elegía, pues si era acertada su elección se encaminaba al triunfo en la secuencia del juego cuando se tiraba de una cuerda.
Saber elegir era el chiste.
Haga usted la situación política de nuestro estado donde ya metidos los partidos en la lucha electoral para nuevo gobernador, es en esta hora de la elección de un buen candidato lo vital, para que en la hora de la votación, similar al de la cuerda, se vea qué tan buena elección se tuvo del abanderado.
Parece fácil, porque se trata sólo de elegir al mejor.
Sería muy sencillo pero luego pasa cada cosa.
Y luego se quejan de los resultados cuando sólo cosechan lo que sembraron.
¿Melón o sandía?