Más de 200 heridos
- Un ataque suicida perpetrado a las 08:00 horas en el aeropuerto de Zaventem; hora y media más tarde, otra explosión en la estación de Maelbeek del metro
La sensación de inseguridad se ha apoderado de la capital. A mediodía, «Le Soir» afirmó que se encontró un paquete sospechoso cerca del Palacio Real. El edificio fue evacuado. Por inminente amenaza de bomba, la Universidad Libre de Bruselas se cerró con sus estudiantes en el interior. Los artificieros también han hecho detonar explosivos cerca de Maelbeek.
La violencia volvió a sacudir a Europa. Más de 30 personas han muerto y 202 lesionadas tras una cadena de explosiones que azotaron Bruselas ayer. El aeropuerto de Zaventem, el más importante de la capital belga, fue el escenario del primer ataque. Poco después de las ocho de la mañana, dos explosiones quitaron la vida a 14 personas y dejaron a 96 heridas.
Las imágenes de pánico y las fotografías de viajeros abandonando las instalaciones arrastrando maletas han plasmado el miedo en la zona. Los cristales de las ventanas, reventados por el impacto de la explosión, expresan la potencia de un incidente sobre el que asoman numerosas dudas todavía ahora. Como señala la televisión pública belga, el origen de esta tragedia puede estar en el ataque de un terrorista suicida que se habría inmolado.
Los primeros testimonios manifiestan el temor en el aeropuerto: «Estaba en la fila para registrarme y escuché una explosión. He visto humo, he visto a personas, con pánico, correr hacia la salida. Ha habido una segunda explosión mucho más cerca de mí», narró una joven. La potencia de la explosión causó el derrumbe del techo de las instalaciones. Los medios belgas añaden nuevos detalles al caso, al afirmar que una serie de gritos en árabe se habrían escuchado antes de que se produjeran las dos detonaciones.