
Beso brasileño
En esta ocasión vamos a hablar de Un beso en el asfalto, que se estrenó en la Cineteca Nacional con una curiosa mezcla de teatro y cine, con los actores analizando sus personajes y luego representándolos en blanco y negro, con una fotografía de Walter Carvalho
Nelson Rodríguez escribió en 1961 la controvertida obra de teatro Un beso en el asfalto, que fue llevada a la pantalla tres años después por Flavio Tambellini con Reginaldo Faria y Jorge Doria. Posteriormente Bruno Barreto haría una nueva versión en 1981 con Tarcisio Meira y Ney Latorraca.
En la Cineteca Nacional se ha estrenado la tercera versión de la obra, en una curiosa mezcla de teatro y cine, con los actores analizando sus personajes y luego representándolos en blanco y negro, con una fotografía de Walter Carvalho.
El corrupto fotógrafo Amado Pinheiro quiere congraciarse con el abusivo jefe policiaco Cunha (Augusto Pinheira), quien ha golpeado a una mujer embarazada y la ha hecho perder su bebé.
Pinheiro ha presenciado un accidente fatal en las puertas de la comisaría, en el que ha perdido la vida un desconocido atropellado. Un hombre se ha acercado a ayudarlo, y antes de morir, lo ha besado en la boca.
Se trata de Arandir (Lázaro Ramos) un empleado bancario de color, que es llevado a la comisaría.
Está casado desde hace un año con la guapa Selminha (Débora Falabella), quien vive con su hermana menor Dalia (Luiza Tiso), pese al desprecio de su suegro.
El policía trata de mostrar a Arandir como un homosexual y fabrica pruebas para decir que el desconocido era su amante y que lo asesinó, arruinando su matrimonio y su vida.
Se trata de la ópera prima de Murilo, un joven actor nacido en Niteroi el 13 de julio de 1972, que ha trabajado en cintas como El hombre del año y Divorcio.
O beijo no asfalto es un clásico que denuncia la corrupción policíaca, la hipocresía social y la homofobia (que persiste sesenta años después de haber sido escrita).