Locura propiciada por el derechista Macri
- Los alimentos cuestan ahí hasta tres veces menos que en el supermercado
Lidia es una abuela que concurre al mercado con libreta en mano. “Es para llevar mi contabilidad”, explica. Va acompañada por su marido Óscar, encargado de cargar las bolsas. “Con lo que nos sale un kilo de cualquier cosa en el supermercado acá compramos tres kilos y lo dividimos entre nuestros hijos y sus familias”, cuentan.
Buenos Aires.- El distintivo más claro para que los argentinos sientan la presencia de la crisis es el refrigerador. La locura de la inflación, que ronda el 30% y solo es superada en toda Latinoamérica por Venezuela, lleva cada vez a más argentinos a acudir al Mercado Central, a las afueras de Buenos Aires, para comprar allí las cosas más baratas y después congelarlas.
El mercado del cual se abastecen los comercios minoristas ha triplicado sus visitantes en 2016, según varios comerciantes. Los precios allí están a la mitad y en muchos casos tres veces menos de lo que ofrecen los supermercados y las tiendas de los barrios y durante los fines de semana aparcan coches de todo tipo, incluso último modelo, que se van repletos de comida.
“¡Gracias Macri!”, grita Fernando de cara a las hormas de queso. “Vivo en Mataderos y vengo a comprar al Mercado Central, pero los precios en todos lados están un 30% más caros que dos meses atrás. El 8 de noviembre creció la brecha más del doble”, resume el cocinero que vive en uno de los barrios más cercanos a la periferia bonaerense. La inflación es un mal endémico argentino pero se ha recrudecido con el cambio de Gobierno y la devaluación.
La brecha es gigantesca y aunque hay más variables, buena parte del incremento se le debe atribuir a las cadenas de hipermercados. Muchos alimentos de los más consumidos por los argentinos se dispararon en los comercios minoristas. Por ejemplo: un kilo de bananas que se consigue en el mercado central a 7 pesos en las grandes cadenas asciende a 28. La oscilación es del 300%, y algo similar ocurre con la papa (de 26 céntimos de dólar a 1,13 dólares) y la cebolla (de 30 céntimos de dólar a 1,33 dólares).